Las perspectivas para el nivel de actividad económica en Argentina son poco alentadoras este año, según un informe presentado este viernes por la consultora Ecolatina.
"La mejora de la competitividad externa no compensa la menor demanda interna (de Argentina) y (la demanda) de Brasil", señaló la consultora.
En el informe "Tercer año de caída para la industria", Ecolatina mencionó que el gobierno del presidente argentino Mauricio Macri optó por "corregir los profundos desequilibrios macroeconómicos heredados en pos de crecer en el mediano plazo".
Este año la consultora prevé una contracción del producto interno bruto de Argentina en torno a 1,5 por ciento.
"El sector manufacturero es clave por su importancia en la generación de valor agregado, empleo y exportaciones", destacó Ecolatina al señalar que en la última década la industria contribuyó más de 10 por ciento del crecimiento del PIB y con la mayor cantidad de empleo formal en Argentina, con casi 20 por ciento.
Recordó además que las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario e industriales representan alrededor de 72 por ciento del total 31,5 por ciento, si se excluye a la agroindustria.
La industria atraviesa sin embargo un periodo recesivo prolongado.
En 2015 la producción fabril se contrajo por segundo año consecutivo, fenómeno que, aunque en otras magnitudes, no se presentaba desde finales de la década de los 90 del siglo pasado.
"Más aún, en los últimos años evidenció un comportamiento de franco declive. El año pasado la producción manufacturera retrocedió a niveles de 2010", consignóla consultora en su informe.
A este escenario se le suma "un probable traspié del sector en 2016. Los primeros indicadores del año no son auspiciosos. En el primer bimestre la actividad industrial se habría estancado, y de hecho en febrero el sector volvió a mostrar caída en términos interanuales".
"Más aún, el repunte de la producción manufacturera en enero estuvo exclusivamente vinculado al aumento de la molienda de oleaginosa. Según datos de la Unión Industrial Argentina, en enero la producción fabril trepó 0,7 por ciento interanual", subrayó.
Ecolatina mencionó que la caída de la producción industrial estuvo asociada en los últimos dos años a múltiples factores, como la pérdida de competitividad externa ante el aumento de los costos internos en moneda extranjera, las restricciones cambiarias y la imposibilidad de remitir utilidades.
A ello se sumaron, según el estudio, la descapitalización en infraestructura y un freno de la demanda externa por la desaceleración mundial y recesión en países vecinos, como Brasil.
El débil comienzo del año augura un periodo difícil para la industria manufacturera, alertó la consultora en su reporte.
"Si los planes del gobierno resultan como lo esperado, el año que viene la demanda interna volvería a estar pujante, vía mayores inversiones y consumo de las familias, pero Brasil continuará condicionando el frente externo", precisó.
"La clave para un crecimiento sostenible del sector es garantizar condiciones macroeconómicas que permitan una mayor integración de la industria a nivel interno (con el resto de los sectores) y externo (cadenas globales de valor", concluyó Ecolatina.