BEIJING, 22 abr (Xinhua) -- Estados Unidos no tiene la calidad moral para evaluar los derechos humanos de los demás países, mientras existen numerosos casos de violación en su propio país, por lo que el reciente informe del gobierno estadounidense al respecto constituye una "intromisión" en los asuntos internos de otras naciones.
Así lo apuntaron expertos provenientes de México, Brasil y Venezuela, al comentar, en entrevistas con Xinhua, el citado informe divulgado el pasado 13 de abril por el Departamento de Estado norteamericano, en el que valora la situación mundial de los derechos humanos en 2015, sin incluir un diagnóstico de su propio país.
Como en años anteriores, la publicación norteamericana del documento provocó críticas y denuncias de los demás países, entre ellos China, que al día siguiente divulgó un informe titulado "Registro de Derechos Humanos de Estados Unidos en 2015", en respuesta a los "Informes por Países sobre las Prácticas de Derechos Humanos en 2015".
"Está claro que lo hacen gracias a su posición de líderes mundiales, pero quizás olvidan que son los primeros que no cumplen con los derechos humanos, ya sea por Guantánamo o por los abusos que hay dentro de su propio país", explicó Sonia Aranda, especialista en derecho internacional de la Fundación Getulio Vargas de Brasil.
En el mismo sentido opinó Nelson Firmino, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Río de Janeiro, para quien "es una práctica que los EEUU llevan haciendo hace años, la clásica arrogancia estadounidense en la que se permiten opinar de cualquier cosa y tema que no sea sobre ellos, pero que callan a la hora de hablar o admitir problemas que tienen dentro de su propio país".
Por su parte, Luiz Inácio Millán, del Comité de Derechos Humanos de la ONG Rio da Paz, una de las principales de Río de Janeiro, lamentó que el informe no sirva para cambiar nada.
"Si se meten en asuntos de otros países, que sea para mejorar, pero nunca es así. ¿De qué sirve entonces? Nadie acepta que le critiquen sus políticas o mucho menos que le digan que no respeta los derechos humanos. Si los EEUU deciden hacerlo, al menos que sea para que haya realmente cambio, no para que todo quede en un papel escrito y que nada suceda. Para eso, mejor que se queden callados y solucionen sus problemas", indicó.
Firmino consideró que el mejor ejemplo de que EEUU no debe meterse con los otros países es lo que sucedió recientemente durante la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Cuba, cuando su homólogo cubano, Raúl Castro, se encaró con la prensa para denunciar que no es verdad que en Cuba no se respetan los derechos humanos, y dijo que en la isla se respetan 47 de los 61 puntos considerados básicos para el respeto a los derechos humanos según la ONU.
"Fue la mejor prueba de que cada uno tiene su discurso sobre el tema y es mejor que los otros no entren a opinar. Castro provocó una polémica grande con su rueda de prensa, pero él y su gobierno pueden mostrar que cumplen lo que dijeron, es más, ya es mucho que reconozca que no se cumplen todos. Pero lo mejor fue cuando atacó a Obama presumiendo que en Cuba hay derechos que sí se respetan y que no pasa lo mismo en los EEUU. Fue la mejor prueba de que es mejor no meterse en la casa que no es la tuya", enfatizó.
Estados Unidos no tiene más calidad moral que nadie para hablar sobre violaciones de los derechos humanos en otras naciones y se olvida de que aún tiene muchas lagunas en esta materia, como la desigualdad y el rezago social, aseguró Sandra Serrano, coordinadora de la Maestría en Derechos Humanos y Democracia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de México.
"Hay que tomar en cuenta que el Departamento de Estado de Estados Unidos no tiene una mayor calidad para lanzar la primera piedra en materia de derechos humanos cuando en su país existen mucho más violaciones de los derechos de los niños y las niñas en materia penal, en temas de violencia de género y que tiene otros grandes asuntos por resolver", declaró.
Apuntó además que EEUU tiene muchos vacíos en sus mecanismos para proteger a sus ciudadanos en materia económica y social, así como en el terreno de la justicia.
En los últimos años, la población de EEUU "ha registrado una creciente desigualdad económica, aparejada a una reducción de derechos sociales como la educación, la salud, pero también en la vivienda", expuso la experta, que añadió que otro aspecto importante es la desigualdad de género.
Las autoridades venezolanas han fustigado el texto norteamericano, así como lo expresado por el subsecretario de Estado norteamericano para los Derechos Humanos, Tom Malinowski, quien reconoció que su país lo que intenta es presionar a Venezuela.
La dirigencia oficialista no solo no reconoce las acusaciones esgrimidas por Washington, sino que contrapone a estas todos los avances en la materia logrados por el gobierno venezolano en los últimos 17 años.
Asimismo, han reprochado el "doble estándar" de Estados Unidos, que sigue operando la cárcel militar de Guantánamo en Cuba, acusada de promover torturas y donde se mantiene recluido al puertorriqueño Oscar López Rivera, el preso político más longevo del mundo.
A diferencia del caso de López Rivera en EEUU, al menos 15 de los más acérrimos detractores del gobierno venezolano, que han perpetrado delitos y crímenes, han sido incluso beneficiados por medidas humanitarias del Estado, aseguró a el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab.
Para el director de la Red Nacional de Derechos Humanos de Venezuela, Asdrúbal González, el informe estadounidense "es una declaración que llega al punto de la hipocresía, por ser Estados Unidos una de las principales potencias que viola los derechos humanos".
El agente del Estado venezolano para los derechos humanos ante los organismos internacionales, Germán Saltrón, aseveró que desde el Comando Sur norteamericano se gesta un plan neocolonizador e intervencionista en América Latina.
"Estados Unidos no puede justificar su injerencia en otros países bajo el pretexto de la violación a los derechos humanos, pues ellos han protagonizado más de 100 guerras en los últimos 100 años", dijo Saltrón.
A su juicio, la administración de Washington "carece de moral" para cuestionar a otros Estados, dado su amplio historial de violaciones que se evidencia con la perpetuación de la "horrorosa" cárcel de Guantánamo, en la que se perpetran torturas contra ciudadanos que, incluso, no son norteamericanos.
Además, Saltrón criticó que EEUU no haya firmado ni ratificado hasta la fecha importantes tratados internacionales de los derechos humanos, como lo son la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, ni la Convención sobre los derechos del niño.
Entre otros tratados en los que se mantiene ausente el país norteamericano se encuentran el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena y el Protocolo de Kyoto, sobre la reducción de emisiones contaminantes, así como el convenio contra los crímenes de guerra y de lesa humanidad y la prohibición de los ensayos nucleares.