Una rebelión estudiantil en los colegios de Paraguay ya tumbó a la ministra de Educación y tiene un final impredecible.
Los "nuevos héroes de mayo", como los denominan algunos, lograron un primer objetivo, pero ahora buscan cambios reales en la educación más allá de los nombres.
Sin un ministro del ramo aún designado, el presidente paraguayo Horacio Cartes afronta quizás la crisis política más grave desde que asumió en 2013 y tiene por delante un gran desafío.
Mantener su autoridad y, al mismo tiempo, contemplar los reclamos de los estudiantes, que apoya la mayoría de los paraguayos, consciente de las carencias del sistema educativo.
COLEGIOS MOVILIZADOS
Todo empezó con 10 estudiantes que el 3 de mayo ocuparon un colegio asunceno, medida que rápidamente se replicó a un centenar de centros en todo el país.
Estuvieron encerrados en un salón hasta el viernes, cuando lo desalojaron alegando cuestiones de salud, si bien aclararon que las ocupaciones continuarían en los otros centros.
Al comparecer ante la prensa, una de las referentes de los ocupantes, Camila Benítez, dijo que la renuncia de la ministra Marta Lafuente era apenas "la primera victoria".
"Estos chiquilines están dispuestos a dar su vida por la nación", destacó Benítez y pidió que los políticos "no intenten acercarse a nosotros para manipularnos".
Benítez expresó su molestia porque Cartes todavía no aceptó recibirlos en audiciencia.
"Lo que queremos es honestidad, lo que queremos es transparencia en nuestro país, y seguiremos luchando hasta la última fuerza de nuestros pulmones", subrayó la dirigente.
Muchas de las ocupaciones se han levantado, pero aparecen otras, a la vez que se dan marchas y otras movilizaciones de apoyo como parte de un movimiento de estudiantes de secundaria que rápidamente se ganó el respaldo popular.
MÁS VULNERABLES
El integrante del Servicio Paz y Justicia de Paraguay (Serpaj-PY), Ramón Corvalán, opinó que "la crisis estalla justamente desde los más vulnerables, los que menos suelen tener la palabra en la discusión de una política educativa".
Corvalán recordó que el sistema educativo ha tenido tenido crisis constantes por "dificultades para cumplir su función" y "trabas para cumplir con el pacto educativo que establece la Constitución"".
En una entrevista con el diario asunceno ABC Color, señaló que a fines del siglo pasado se logró cierta universalzación de la educación pero existen dificultades "en cuanto al contenido, a la calidad, a la eficiencia".
Desde su punto de vista, esta situación se explica en "la crisis del Estado, es decir, la incapacidad de garantizar justicia, salud, empleo, una serie de cosas que hacen a las condiciones básicas para disfrutar plenamente del derecho a la educación".
"Esta nueva generación está tocada por la cultura, por ejemplo, de los derechos de la niñez y la adolescencia. Es una generación que de alguna manera ha escuchado o sentido, y sabe y los discute en sus grupos, en sus organizaciones", indicó.
El año pasado ya hubo movilizaciones callejeras de los estudiantes de secundaria y una fuerte protesta de los universitarios, que se saldó con el alejamiento del rector de la Universidad Nacional de Asunción, implicado en corruptelas.
Por eso, para Corvalán, "todo el mundo sabía que algún momento iba a estallar porque la corrupción que siempre queda impune genera malestar".
RECLAMOS
En un comunicado dado a conocer el fin de semana, los estudiantes reafirmaron sus reivindicaciones que apuntan a una mejora de la educación.
Entre los movilizados figuran la Organización Nacional Estudiantil (ONE), la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), la Unión Nacional De Centros De Estudiantes Del Paraguay (UnePy) y estudiantes independientes.
La declaración manifiesta su "total disgusto y desacuerdo con la posición que ocupa la educación paraguaya en la lista de prioridades de Horacio Cartes, debido a su viaje al exterior en un momento tan crítico y crucial para el país".
Reclaman la derogación de una resolución que les quita autonomía sobre sus centros de estudiantes y la declaración de la "emergencia nacional" en el ámbito de la infraestuctura de las instituciones educativas en estado crítico.
Además, piden conformar una mesa de diálogo donde se aborde una nueva reforma educativa, la "reingeniería" del Ministerio de Educación y Cultura, el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a Educación y la mejora de la formación docente y el almuerzo escolar.
Los estudiantes se declararon en paro indefinido hasta que Cartes y el futuro ministro de Educación firmen una carta de compromiso sobre las reivindicaciones.
EL GOBIERNO
El ministro de la Secretaría Nacional de la Juventud, Marcelo Soto, sostuvo que Cartes tiene la intención de llegar a "soluciones reales" cuando reciba a los estudiantes.
"Queremos que los jóvenes puedan ir organizados, con los números y las propuestas bien claras", señaló en una entrevista con Radio Nacional de Paraguay.
A juicio de Soto, varios de los puntos reclamados por los estudiantes, por ejemplo a nivel de infraestructura de los colegios, están "encaminados".
"Misión cumplida", dijo Lafuente, quien era de los funcionarios de mayor confianza política de Cartes, el jueves, al leer una declaración despidiéndose del cargo en la que resalta la transparencia de su gestión.
"La puerta al diálogo siempre ha estado abierta para atender los reclamos de los estudiantes", sostuvo la jerarca saliente y acusó a los estudiantes de adoptar una posición "intransigente".
La movilización sigue a la espera de una reunión con Cartes que pueda destrabar un conflicto que ya se cobró un ministro.