BEIJING, 10 may (Xinhua) -- Los países del mundo han manifestado su apoyo a la negociación pacífica en el tema del Mar Meridional de China entre las partes directamente involucradas, oponiéndose así a su internacionalización.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, expresó recientemente que las disputas en el Mar Meridional de China debían ser resueltas a través del diálogo, mientras que los intentos de internacionalizar el asunto tendrían que ser detenidos.
"Creemos que todos los países involucrados en las disputas deben seguir los principios del no uso de la fuerza, y continuar buscando soluciones políticas y diplomáticas aceptables para cada uno", indicó Lavrov en una entrevista ofrecida conjuntamente a la prensa china, japonesa y mongol en Moscú.
El canciller ruso instó a los actores externos a dejar de interferir en las negociaciones entre las partes directamente involucradas.
"Estoy convencido de que esos (intentos de internacionalizar el tema) son totalmente contraproducentes... Sólo las negociaciones, que buscan China y la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), pueden brindar el resultado deseado, o sea, acuerdos mutuamente aceptables", puntualizó Lavrov.
El punto fundamental de la disputa Beijing-Manila en el Mar Meridional de China es territorial, a causa de la ocupación ilegal de algunas de las islas y arrecifes chinos desde los años 70 del siglo pasado por Filipinas, y un tema de delimitación marítima.
El arbitraje unilateral de la disputa por parte de Manila viola los principios básicos del derecho internacional y socava la integridad y la autoridad de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar.
En su análisis publicado en el último número de Executive Intelligence Review, el jefe de la oficina de la revista en Washington, William Jones, denunció a la prensa occidental por presentar las reclamaciones de China de las islas Nansha y Xisha como una muestra de "poder chino", destacando que durante la mayor parte de la historia de China, dichas reclamaciones nunca han sido impugnadas.
En la historia de la región, los chinos realizaron amplias actividades en esas islas, incluida la pesca y la plantación, y algunos ciudadanos chinos vivieron incluso allí durante años.
Jones consideró que los países de la región tenían preparado el camino para la solución pacífica de los conflictos surgidos en sus reclamaciones territoriales, pero EEUU ha saboteado activamente dichos esfuerzos.
Filipinas incluso ha recurrido al arbitraje en su disputa con China. Y con el beneplácito de Washington, Manila espera que el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya falle a su favor, dijo.
Jones también hizo una analogía exacta para exhibir la hipocresía de la retórica estadounidense.
"Recuerden que EEUU en 1872 envió al general John Schofield al entonces reino independiente de Hawái para investigar aquellas islas con el propósito de establecer eventualmente instalaciones militares estadounidenses en un perímetro avanzado en el Pacífico", se indicó en el artículo.
"Pero las islas de Hawái están a 2.390 millas de la costa de California, mientras que las islas Nansha se ubican a sólo 500 millas de la costa china, mientras las Xisha se localizan a 180 millas. Mientras que EEUU no tuvo reclamación alguna por las islas de Hawái (pero pronto se las anexionó en circunstancias más bien turbias), China sí tiene una reclamación, la cual una vez fue reconocida universalmente", argumentó Jones.
En un comunicado emitido tras la 14ª reunión de ministros de Exteriores de China, Rusia y la India celebrada el mes pasado, los tres países acordaron que todas las disputas relacionadas deben ser tratadas a través de negociaciones y acuerdos entre las partes concernientes.
Los ministros pidieron total respeto para todas las provisiones de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, así como la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China y las Guías para la implementación de este documento.
En la región del Pacífico, China llegó a un consenso con Brunei, Camboya y Laos sobre el asunto del Mar Meridional de China el mes pasado, oponiéndose a cualquier intento de imponer unilateralmente una agenda sobre otros países.