CARACAS, 17 may (Xinhua) -- La oposición venezolana ratificó su solicitud para que se aplique la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra Venezuela, lo que acrecienta la amenaza de una posible intervención extranjera, según han advertido expertos y autoridades del país.
En entrevista con Xinhua, el analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein afirmó que en caso de aprobarse el instrumento en contra del país suramericano, "lo menos grave es que sea suspendido" y el principal "problema es que la suspensión generaría las condiciones para una intervención militar de EEUU".
La oposición argumenta que la solicitud de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana (CDI) busca garantizar el respeto de los derechos humanos de los dirigentes políticos que adversan la gestión liderada por el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Durante su participación en el Consejo Permanente de la OEA celebrado el pasado 5 de mayo, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, rechazó que pueda aplicarse la Carta Democrática al asegurar que se trata de "algo grave y risible".
En ese contexto, políticos socialistas condenaron la insistencia de dirigentes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de pedir al secretario general de la OEA, Luis Almagro, la inmediata activación de esta Carta, que fue aprobada en el año 2001 por los miembros del bloque en sesión especial.
La Carta Democrática establece que "los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla", aspecto que la oposición venezolana cuestiona que esté siendo respetado por el Gobierno socialista de Maduro.
A finales de abril, los diputados derechistas Luis Florido, Delsa Solórzano, Angel Medina, Williams Dávila, Richard Blanco y Timoteo Zambrano viajaron a Washington para reunirse con Almagro y solicitarle la activación de la Carta.
Ante ese hecho, legisladores del bloque izquierdista Gran Polo Patriótico (GPP) pidieron a la Fiscalía General venezolana que inicie una investigación en contra de los parlamentarios de la MUD que promueven la acción en la OEA, al denunciar que incurren en una supuesta "traición a la patria".
La diputada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Tania Díaz, argumentó que "ellos (los opositores) acudieron a instancias extranjeras a 'mal poner' al país ..., a concertarse con elementos extranjeros para ejecutar acciones en contra de Venezuela".
En respuesta, Luis Almagro expresó a través de un comunicado que ha "seguido con preocupación las acusaciones por parte de sectores del Gobierno de Venezuela de ser 'traidores a la patria' a un grupo de legisladores ... por visitarme recientemente e informarme de la situación de su país".
"(La Carta) reitera que las gestiones que desde la OEA puedan realizarse tienen como finalidad otorgar asistencia 'para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática' ... Quien solicite ayuda ... no puede ni debe ser considerado un traidor", agregó Almagro.
Entre los hechos que Almagro y los opositores condenan, está que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que acusan de ser favorable al oficialismo, haya inhabilitado por supuestas irregularidades a cuatro diputados electos en los comicios de diciembre pasado, de los cuales tres son de la MUD y uno del GPP.
"La acción de alterar la representación política luego de un pronunciamiento tan claro del cuerpo electoral, se constituye en un atentado cuando las garantías de justicia parecen esfumarse", sostuvo el secretario general de la OEA.
Según apuntó Rodríguez Gelfenstein, la activación de la Carta Democrática debe ser solicitada por los Estados que integran la OEA y, pese a ello, EEUU y el secretario general del organismo multilateral "buscan los subterfugios" para justificar la aplicación pasando por alto las reglas.
Son varios los pasos que deben cumplirse para su activación, por ejemplo, el artículo 20 de la CDI establece que en caso de existir una alteración del orden constitucional en un país de la OEA, "cualquier estado miembro o el secretario general podrá solicitar la convocatoria del Consejo Permanente".
En esa sesión, se realizará una "apreciación colectiva de la situación" para adoptar las decisiones que estime conveniente, podrá "también disponer de gestiones diplomáticas" para promover "la normalización de la institucionalidad democrática", pero, de resultar "infructuosas", se "convocará a un período extraordinario de sesiones".
El artículo 21 añade que "cuando la Asamblea General ... constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas ..., tomará la decisión de suspender a dicho Estado Miembro".
Esto implica que con el "voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros (22 de 34 naciones)", el país queda suspendido "del ejercicio de su derecho de participación en la OEA ... y la suspensión entrará en vigor de inmediato".
Por otra parte, el analista internacional consideró que "la oposición busca apoyo en el extranjero para la intervención", y aludió a las declaraciones del ex jefe del Comando Sur estadounidense, John Kelly, quien aseveró que si los venezolanos necesitaran la "reacción" de EEUU sólo deben solicitarlo.
"Si hay alguna crisis humanitaria importante, es decir, un colapso de la economía, al punto que necesiten desesperadamente alimentos, agua y cosas como esas, entonces podríamos reaccionar a eso, sólo si nos lo piden la ONU, la OEA o la FAO", afirmó Kelly en entrevista con CNN.
Además, el pedido de la Carta Democrática Interamericana sobre Venezuela es apoyado por 28 expresidentes de derecha que integran la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), entre ellos, Alejandro Toledo, de Perú, Andrés Pastrana, de Colombia, Jorge Quiroga, de Bolivia, y José María Aznar, de España.
Ante esa situación, calificada por el presidente Nicolás Maduro como "amenazas externas", Rodríguez Gelfenstein indicó que "lo que puede hacer Venezuela es activar su diplomacia a un alto nivel, generar la mayor unidad nacional y prepararse para una intervención militar de los Estados Unidos".
En ese sentido, el jefe de Estado venezolano, que ha denunciado otros mecanismos que buscan justificar un ataque a su país, anunció que el próximo 21 de mayo se llevarán a cabo "ejercicios militares nacionales" a fin de prepararse para cualquier "escenario que pueda presentarse".