Bolivia promoverá en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) una cultura pacifista, la integración, la no invasión y otros principios para la convivencia apacible entre los pueblos, anunció hoy el gobierno del presidente Evo Morales.
La incorporación de Bolivia al CSNU representa un reconocimiento de la comunidad internacional a los grandes cambios que se viven en el país andino, así como al liderazgo del presidente Morales, señaló la cancillería boliviana en un comunicado.
"Este hecho es una oportunidad para contribuir en nombre de los países en desarrollo, a la preservación de la paz, a la integración, no invasión, la tolerancia, las relaciones de amistad y por sobre todo el respeto por los derechos de nuestros pueblos para una convivencia pacífica", agregó.
Bolivia fue elegido miembro no permanente del CSNU para el periodo 2017-2018, con 183 votos a favor, de los 193 estados miembros del organismo, sin ningún voto en contra de su candidatura.
El país andino logró dos tercios de la votación junto a Suecia y Etiopía, que también ocuparon un asiento en el CSNU en calidad de miembros no permanentes.
Holanda e Italia, por un lado y, por otro, Tayikistán y Tailandia fueron a segunda ronda para ocupar las dos sillas restantes en el CSNU, encargado de mantener la paz y la seguridad en el planeta.
De esta manera, Bolivia ocupará la silla que deje, al fenecer su mandato, Venezuela.
El gobierno boliviano expresó su agradecimiento a los Estados que depositaron su confianza en el trabajo que realizarán ante el Consejo de Seguridad.
"Bolivia es constitucionalmente un Estado pacifista, que promueve la cultura de la paz y el derecho a la paz, así como la cooperación entre los pueblos de la región y del mundo, a fin de contribuir al conocimiento mutuo, al desarrollo equitativo y a la promoción de la interculturalidad, con pleno respeto a la soberanía de los Estados", reiteró la cancillería.
Bolivia ocupará a partir del próximo enero un asiento en el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
PALESTINA-COLOMBIA
La cuestión palestina y el proceso de paz en Colombia serán dos de las grandes prioridades de Bolivia en el CSNU, anunció el embajador boliviano ante la organización, Sacha Llorenti, en contacto telefónico con los medios estatales bolivianos.
El diplomático dijo que Palestina es una prioridad para la política exterior boliviana, y anunció que será uno de los asuntos a los que prestará más atención en el CSNU.
"Es una de las causas que tiene que ser resuelta lo antes posible. No puede el Consejo de Seguridad, creemos, guardar un silencio cómplice ante la ocupación", declaró el embajador boliviano.
El representante permanente de Bolivia destacó también el interés por el posconflicto en Colombia, introducido en la agenda del CSNU con la decisión de poner en marcha una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ayudar a la verificación del alto el fuego.
Anunció que trabajará en Naciones Unidas en coordinación estrecha con las autoridades colombianas para seguir avanzando.
VISION CRITICA
Por su parte, el ministro boliviano de Defensa, Reymi Ferreira, admitió que el presidente Evo Morales ha sido crítico con el CSNU, cuyos miembros permanentes son Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido.
Sin embargo, aseguró que la posición del mandatario no puede impedir que Bolivia asuma su nueva responsabilidad en ese organismo, y recordó que es la tercera vez que el Estado es designado miembro no permanente, aunque es la primera vez durante el gobierno del presidente Morales.
Ferreira anunció que Bolivia, desde la instancia de las Naciones Unidas, seguirá denunciando "abusos y errores" que se cometan en el mundo.
"Es un derecho de Bolivia poder participar en el Consejo de Seguridad y estando en esa organización se puede seguir denunciando los abusos y los errores", señaló.
Según el ministro de Defensa, el mandatario Morales mantuvo una posición crítica a ese consejo, pues argumentó que "muchas veces avaló las invasiones a otros países y acciones contra la soberanía de los pueblos".
Enfatizó que Bolivia jugará un rol para garantizar que los derechos de los pueblos sean respetados y evitar intervencionismos y la violación de la Carta de las Naciones Unidas.