Hoy se tomaron las primeras medidas para resolver la disputa interna en el Partido Laborista, el principal opositor de Reino Unido.
El líder partidista Jeremy Corbyn ofreció una fórmula de paz a sus colegas de partido después de que prácticamente todo el gabinete de la sombra laborista renunció.
La propuesta de Corbyn se produjo después de que 172 legisladores laboristas en Westminster apoyaron un voto de no confianza para Corbyn y lo exhortaron a dimitir.
En otras medidas para restablecer la armonía entre los laboristas, uno de los peces gordos del partido, lord John Prescott, fue propuesto como intermediario y Len McCluskey, secretario general del mayor sindicato británico, también intervino.
McCluskey pidió el fin del combate a Corbyn y añadió que el líder ha sido víctima de un linchamiento político.
En un mensaje publicado en el diario prolaborista Sunday, Corbyn dijo que está listo para acercarse a los legisladores que se opusieron a él.
"Estoy listo para acercarme a los legisladores laboristas que no aceptaron mi elección y se opusieron a mi liderazgo y trabajar con todo el partido para brindar la alternativa que el país necesita", dijo Corbyn.
El líder añadió que no obstante, "tienen que respetar la democracia del partido y los puntos de vista de la dirigencia laborista".
Tras dejar en claro que no tiene la intención de dimitir, Corbyn añadió que "aquellos que desean desafiar mi liderazgo son libres de hacerlo en una contienda democrática en la que seré candidato".
Corbyn sabrá en los próximos días si alguno de los parlamentarios laboristas disputará la dirigencia.
Corbyn dijo que los laboristas deben respetar la decisión democrática del pueblo británico y deben negociar una nueva relación con la Unión Europea.
Los principales partidos de Reino Unido han enfrentado disputas internas tras la decisión tomada el 23 de junio para salir de la Unión Europea.
Horas después de que se dio a conocer el resultado del referendo, el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, dimitió y ahora cinco parlamentarios conservadores compiten para ganar las llaves del número 10 de Downing Street.
La favorita sigue siendo la secretaria del Interior, Theresa May, pero dos destacados simpatizantes de la salida del bloque, el secretario de Justicia Michael Gove y la ministra del Departamento de Energía y Cambio Climático Andrea Leadsom, dijeron que May, quien apoyó la permanencia en el bloque, no es la mejor persona para el empleo.
Gove y Leadsom desean un parlamentario simpatizante del Brexit para manejar las difíciles negociaciones con la Unión Europea para la salida del país.
En la disputa también participan el ex secretario de Defensa Liam Fox y el secretario de Estado para Obras y Pensiones Stephen Crabb.