La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, descartó hoy su renuncia al cargo y anunció que luchará hasta el final para demostrar su inocencia en el juicio político (impeachment) que enfrenta.
"Una mujer no renuncia, porque una mujer no cede en la lucha", señaló Rousseff, suspendida del cargo de presidenta desde el pasado 12 de mayo por el Senado de Brasil.
"Me pidieron, insinuaron y hasta me presionaron para que renunciara. Jamás lo haría. ¿Saben por qué? Porque el pueblo me dio 54 millones de votos", dijo Rousseff en un acto del Movimiento de los Sin Techo (MST) en el área metropolitana de Sao Paulo, en clara alusión al ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien renunció el jueves.
Cunha, rival declarado de Rousseff y apartado del cargo por la Corte Suprema debido a las denuncias de corrupción que existen en su contra, fue el encargado de iniciar los trámites en el Congreso para destituir a Rousseff del cargo de presidenta de Brasil por supuestas irregularidades fiscales en los balances de 2014 y 2015.
"Soy inocente, no tengo cuenta (bancaria) en Suiza ni nunca robé", dijo Rousseff en otra referencia a Cunha, acusado de formar parte de la red de corrupción que desvió miles de millones de dólares de Petrobras y que guardaba parte del dinero en Suiza, según los informes suminstrados por el Ministerio Público del país helvético.
Ante los miembros del MST, Rousseff criticó que el gobierno interino de Michel Temer quiere acabar con el programa de vivienda popular "Mi Casa, Mi Vida".
"Quieren acabar con el límite (que prevé casas para familias con renta de hasta unos 550 dólares) y esto es acabar con el programa", enfatizó.
La presidenta apartada del cargo agregó que el gobierno interino de Brasil desmonta las políticas sociales logradas durante los 13 años y medio de mandato del Partido de los Trabajadores, primero con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y después con ella.
Dilma Rousseff será juzgada por el Senado a finales de agosto y, en caso de ser declarada culpable por dos tercios de la cámara alta, perderá el cargo que el presidente interino Michel Temer ocupa desde el pasado 12 de mayo.
De ser así, Temer puede finalizar el mandato que vence el 1 de enero de 2019, de lo contrario, al ser absuelta, Rousseff volverá de inmediato a ocupar la presidencia.