MEXICO, 15 jul (Xinhua) -- El consumo de refrescos podría caer hasta un 18 por ciento en México si prospera una iniciativa legislativa para aumentar al doble su impuesto especial, lo que abonaría a contrarrestar las tasas de sobrepeso y obesidad que aquejan a la población, dijo a Xinhua un experto que impulsa la propuesta.
El director de la asociación civil El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, aseguró que el fin de la propuesta es que los mexicanos modifiquen su arraigada cultura por las bebidas azucaradas, uno de los factores que causan la obesidad y las enfermedades que acarrea.
"Lo que queremos es que se dispare el precio para que sea algo que no sea prohibitivo pero sí que la gente que los va a tomar no lo haga de manera regular", explicó el director de la asociación que forma parte de la Alianza por la Salud Alimentaria, promotora del aumento del gravamen.
La iniciativa presentada por cuatro senadores de oposición con el apoyo de la alianza, el 13 de julio, propone subir el impuesto especial a bebidas endulzadas de 1 a 2 pesos ( 0,10 dólares) por litro con el fin de que el consumo caiga entre un 12 y 18 por ciento.
Calvillo afirmó que la estimación en la reducción del consumo es formulada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la propuesta de gravamen forma parte de recomendaciones de instancias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Secretaría (ministerio) de Salud ha alertado que México vive un inusitado aumento de sobrepeso y obesidad que afecta lo mismo a habitantes de urbes que a pobladores de comunidades rurales de todas las edades y regiones.
El 71 por ciento de mexicanos adultos (48,6 millones), el 35 por ciento de adolescentes (6 millones), y el 34,4 por ciento de niños de hasta 11 años (5,6 millones) enfrentan la problemática, según el ministerio federal.
"Somos de los mayores consumidores de refrescos del mundo y el 70 por ciento del consumo de los azucares añadidos en la dieta de los mexicanos viene de bebidas azucaradas. Allí está el tema", aseguró Calvillo.
El experto aseveró que, conforme un estudio del INSP, la aplicación del impuesto de 1 peso por litro a partir de 2014 contribuyó a que la ingesta descendiera ese mismo año un 6 por ciento con respecto al 2013, un dato que el propio gobierno federal avaló en marzo pasado.
Las proyecciones apuntan a que en 2015 el consumo de refrescos se redujo un 8 por ciento, lo que muestra que la política fiscal ha tenido un efecto positivo e incluso comienza a ser retomada en propuestas actualmente bajo estudio en Reino Unido, India y ciudades de Estados Unidos, enfatizó Calvillo.
"Los consumidores medios y altos (en México) consumen medio litro o más de bebidas al día. Ese consumo ya está clínicamente demostrado que aumenta el riesgo de sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares", apuntó.
La industria refresquera mexicana reaccionó a la propuesta afirmando, en un posicionamiento, que el aumento del impuesto sería "regresivo" y que la gente no ha dejado de tomar refresco a pesar del gravamen iniciado en 2014, poniendo como ejemplo que a abril de este año las ventas ya llevaban un 2 por ciento de aumento.
Calvillo expuso su confianza en que la Cámara de Diputados, responsable de aprobar el presupuesto anual federal, retome y discuta la iniciativa del grupo de senadores.
Advirtió que el aumento del impuesto no puede ser una medida aislada contra el complejo problema de la obesidad y las consecuencias que genera en el sector salud.
El Poder del Consumidor, abundó, también pelea para que exista una mejor regulación en el etiquetado de alimentos altos en grasa, azúcar o sodio, así como en la publicidad dirigida a niños en medios de comunicación masivos y espacios de recreación.
"Tiene que haber todas estas medidas al mismo tiempo, pero el impuesto a las bebidas azucaradas es una herramienta importante que ha sido recomendada por la OMS, la OMS ha aplaudido a México por esta medida", afirmó.