BEIJING, 19 jul (Xinhuanet)-- Al recibir a estos cuatro pícaros, el rey preguntó sonriendo:“¿Son ustedes los que mataron al ministro traidor? ¿Seguro?¿Cuánto creen ustedes que podrá conseguir cada uno en la recompesa ?”“Sí, efectivamente, somos sicarios, su Majestad. Cada uno de nosotros puede ganar un cuarto de la recompensa que usted nos ha prometido, es decir, los doscientos cincuenta...” murmuraron los pícaros casi al mismo tiempo.
Oyendo esto, el rey montó en cólera gritando:“Mentirosos! Son realmente ustedes erbaiwu! Los doscientos cincuenta! ”Y ordenó a los alabarderos que los detuvieran y los mataran.
¿Quién ha podido imaginar que un término como erbaiwu data de antes de nuestra era y es un auténtico tesoro de antigüedad?
En el sur, especialmente en Shanghai, tampoco es conveniente que se diga十三点 (trece puntos, si se traduce palabra tras palabra al castellano), ya que los sureños del país lo utilizan para hablar de una persona atolondrada, algo tonta o estúpida.
Según se cuenta, razón no les falta a los sureños del país al decir los trece puntos refiriéndose a los bobos y a los estúpidos. Tratamos de explicársela. Antes que nada, veamos el caracter 痴que significa bobo, atolondrado o estúpido y su composición es de trece trazos. De allí, vienen los trece puntos aludiendo a los bobos.
Sería mucho más imprudente y descortés una persona cuando mencionara a su antojo 十三块六角 (shisankuailiujiao, trece pedazos y seis cuernos en versión española), porque el término alude a la tortuga y a ella, se le considera en China como cornudo.
Según la antigua leyenda china, la tortuga macho siempre ha sido considerado como cornudo, pues su pareja pone cuernos teniendo relaciones sexuales con la serpiente macho a espaldas del marido.
Los trece pedazos insinuan la concha de la tortuga y los seis cuernos, a las cuatro patas, la cabeza y la cola. La tortuga de agua dulce tiene exclusivamente como si tuviera una armadura un caparazón óseo y escamoso que está compuesto por trece pedazos (aquí en este caso, son las trece placas de su caparazón). Se podría comprobar si la cifra es exacta enumerando las placas que hay en la concha del reptil.