Mucho se ha escrito sobre el viaje de desarrollo de China desde finales de la década de los setenta, pero se puede decir que en los últimos dos años han ocurrido drásticas transformaciones en cuanto a asumir responsabilidad internacional.
Desde la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) celebrada en 2014 en Beijing hasta la cumbre del G20 realizada en Hangzhou en 2016, China ha utilizado el escenario internacional para defender un enfoque holístico hacia el desarrollo y la gobernanza mundial que reconozca que el bienestar nacional depende de los vecinos regionales y de la comunidad internacional en general.
Como anfitrión de la cumbre del G20 de este año, China eligió como tema "Hacia una economía mundial innovadora, vigorizada, interconectada e inclusiva". El mensaje es claro: estos conceptos sólo pueden rendir frutos en el escenario mundial si todos los actores desempeñan su papel.
Aunque la economía de China ha entrado a una "nueva normalidad" en la que el crecimiento económico ahora será a tasas más lentas y más sostenibles, el país sigue siendo un motor que dirige la economía mundial.
En los últimos cinco años, China ha contribuido con el 35 por ciento del crecimiento económico mundial y seguirá contribuyendo con el 30 por ciento del crecimiento económico mundial antes de 2020.
Gracias a la política de desarrollo exterior de China y a las estrategias de internacionalización de las empresas chinas, los beneficios de su crecimiento económico se sienten más allá de sus fronteras.
UNIDOS SOMOS MAS FUERTES
Pang Zhongying de la Universidad Renmin de China de que China ha aprovechado los mecanismos multilaterales, como APEC y el G20, para seguir adelante con la agenda de inclusividad.
En la cumbre de APEC realizada en noviembre de 2014 en Beijing y días después en la cumbre del G20 en Brisbane, Australia, el presidente de China, Xi Jinping, alcanzó un consenso con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y con otros líderes mundiales para emprender las acciones necesarias para ayudar a los países africanos a contener el brote del ébola.
Liang Xiaofeng, subdirector del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, pasó tres meses en Sierra Leona durante el momento álgido del brote de ébola.
En noviembre de 2014, Liang encabezó un panel de capacitación en salud pública, financiado por el gobierno central, para ayudar a los países africanos a controlar el brote.
El equipo de Liang estableció un laboratorio, capacitó a más de 6.000 trabajadores médicos locales y diseñó sistemas de informe y cuarentena. Los esfuerzos del equipo fueron sumamente importantes y ayudaron a Sierra Leona a manejar la epidemia.
El trabajo de China en el Acuerdo de París de 2015, el cual fue ratificado el sábado por la asamblea legislativa nacional, ofrece un ejemplo de que China practica lo que predica.
Obama dijo que la decisión de Estados Unidos y China de unirse de manera formal al histórico acuerdo climático podría ser vista como "el momento en el que finalmente decidimos salvar nuestro planeta". Después de todo, un mundo unido es un mundo más fuerte.
La economía internacional y la globalización enfrentan un sinnúmero de desafíos que deben atenderse. Como mostraron la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y la elección presidencial en Estados Unidos, el proteccionismo comercial, el aislamiento y la antiglobalización se encuentran al alza. A pesar de este entorno poco favorable para la cooperación, China ha mostrado una vez más que está comprometida con este curso de acción.
El entorno económico actual es el resultado de un modelo de gobernanza económica mundial defectuoso y anticuado. Para explorar las alternativas al orden actual, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China realizó en octubre de 2015 su primer estudio sobre la gobernanza global.
En términos de comercio, el Mapa de Ruta de Beijing para la Contribución a la Realización del Area de Libre Comercio de Asia-Pacífico de APEC (Ftaap, por sus siglas en inglés) ha sido elogiado como un documento histórico.
Con el objetivo de facilitar el comercio y reducir los aranceles en la región, el Ftaap ha evolucionado exitosamente de un concepto a un objetivo práctico y el proceso sigue avanzando sin contratiempos.
En la cumbre de Hangzhou del G20, Xi defendió un remedio chino para la febril economía mundial: reforzar la coordinación de políticas macroeconómicas y esfuerzos conjuntos para impulsar el crecimiento económico mundial y mantener la estabilidad financiera.
En su discurso de inauguración de la cumbre del G20 del domingo, Xi también exhortó a los miembros del 20 a adoptar una nueva senda de desarrollo, a mejorar la gobernanza económica global, a construir una economía mundial abierta, a promover la liberalización del comercio y las inversiones y a implementar la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
En su libro "La elección histórica de China en la gobernanza mundial", el ex viceministro de Relaciones Exteriores de China, He Yafei, dijo que las propias prácticas de desarrollo de China, como la reforma y la apertura, la promoción de un desarrollo equilibrado, brindar a los pobres herramientas para que ellos mismos salgan de la pobreza y concentrarse en mejorar la calidad de vida de las personas, han influido en su política exterior humanitaria.
BENEFICIAR A LOS DEMAS PAISES
China ha creado amplias oportunidades para programas de cooperación que conduzcan a resultados de ganancia mutua, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), el cual fue fundado formalmente a finales de 2015 con 57 miembros fundadores de Asia, Europa, Sudamérica, Oceanía y Africa.
En agosto inició la construcción de la autopista M4 de 64 kilómetros que conecta a Shorkot con Khanewal en la provincia pakistaní de Punjab. Es el primer proyecto financiado por el BAII junto con el Banco Asiático de Desarrollo y el Departamento de Desarrollo Internacional de Reino Unido.
El BAII y las otras iniciativas que han logrado avances desde la cumbre de APEC en Beijing, como el Nuevo Banco de Desarrollo BRICS y el Fondo de la Ruta de la Seda, ayudarán a cubrir las enormes necesidades de infraestructura en Asia.
"Estas son significativas contribuciones para complementar el sistema de posguerra de Bretton Woods satisfaciendo las necesidades del mundo en desarrollo", dijo a Xinhua Douglas Paal, vicepresidente de Carnegie Endowment for International Peace.
En la cumbre del G20 en Hangzhou se propuso apoyar la industrialización de Africa y de los países menos desarrollados.
"A diferencia de la cumbre de APEC 2014 en Beijing, China ahora asume más responsabilidad internacional", dijo Pang, quien considera que las contribuciones de China están poniendo el ejemplo de apego a vías multilaterales para hacer frente a los desafíos mundiales en un mundo en turbulencia.
Además, como reformador, buen coordinador y proveedor de nuevas soluciones, China puede ayudar a ejercer el papel del G20 y de otras instituciones en el manejo de los asuntos mundiales, en un intento por mejorar la gobernanza mundial, dijo Pang.