La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés) y sus socios se comprometieron hoy en la capital laosiana, Vientiane, a redoblar sus esfuerzos con espíritu colaborador para llegar a una pronta conclusión de las negociaciones sobre la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, siglas en inglés).
La ASEAN está formada por Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunéi, Camboya, Laos, Myanmar y Vietnam.
Tras una reunión a puerta cerrada, los diez Estados miembros de la ASEAN más China, Japón, la República de Corea, la India, Australia y Nueva Zelanda aseguraron en una declaración que se ha progresado en la negociación de esta asociación económica moderna, integral, de alta calidad y mutuamente beneficiosa.
Aun reconociendo la complejidad de las negociaciones sobre la RCEP y la diversidad de los países participantes, que presentan, entre otras, diferencias en el nivel de desarrrollo, aseguraron que están resueltos a encontrar formas apropiadas de responder a los respectivos intereses de los participantes, a fin de lograr resultados equilibrados, de alta calidad y beneficiosos para todos.
En el texto, subrayaron el potencial de un acuerdo de RCEP para impulsar la confianza empresarial, beneficiar a los consumidores, reforzar la contribución de la zona de RCEP al crecimiento global y profundizar la integración económica regional y el desarrollo económico equitativo para todos los países participantes.
La RCEP es un Tratado de Libre Comercio (TLC) propuesto entre los diez miembros de la ASEAN y los seis países mencionados anteriormente que ya cuentan con un TLC con el bloque regional.
La RCEP potencialmente incluye a más de 3.000 millones de personas, o el 45 por ciento de la población mundial, y un Producto Interno Bruto (PIB) combinado de unos 21,3 billones de dólares estadounidenses, lo que representa cerca del 40 por ciento del comercio mundial.
Una vez que el acuerdo se haya concretado, optimizará de manera significativa las redes de producción y las cadenas de valor de la región y ayudará a Asia a convertirse en una "fábrica del mundo" en las cadenas de valor globales.