China desempeñó un rol fundamental en la reciente cumbre de países que integran el Grupo de los 20 (G20) para promover desde allí la cooperación y la innovación, destacó hoy el experto argentino Gustavo Girado.
China acogió la XI cumbre, con un encuentro realizado los días domingo y lunes en la ciudad oriental de Hangzhou, y en ese marco, el experto habló en exclusiva con Xinhua para puntualizar los resultados del cónclave y los desafíos a futuro para el mecanismo.
"El encuentro anterior del G20, en Turquía, en 2015, tuvo un cierre en el cual los sucesos que enlutaron París obligaron a correr el eje de la declaración final priorizando aspectos de la seguridad global", recordó Girado, titular de la consultora Asia & Argentina (A&A).
"Con diferentes tipos de violencia que desafían la estabilidad mundial, China fue anfitrión de la reunión y apareció dispuesta a reordenar el eje de intereses sobre los temas institucionales y económicos que dieron origen al grupo, sin perder de vista que el teatro donde se desarrolla la obra es uno muy diferente al de entonces", consideró.
Para Girado, "ese intento se alcanzó parcialmente, pero en alto grado. En la declaración final del grupo se puede observar que se recogen los lineamientos generales planteados por China para la agenda del encuentro, y eso es importante porque pone un piso alto para la demanda política a tratarse el año que viene en Alemania".
"Si bien son por ahora enunciados, se han acordado lineamientos para coordinar políticas e impulsar el crecimiento a través del fomento de la innovación, que es una cuestión especialmente importante para el presidente Xi Jinping, que ha hecho de esa causa su propia bandera", destacó.
Al abordar los desafíos que enfrenta ahora el desarrollo económico mundial, el consultor mencionó que "la desaceleración de la economía china, que está transitando por un período de reformas, es un verdadero 'issue'. El centro de la cuestión es que de la dinámica china dependen muchas economías, precios internacionales y, desde que es un exportador neto de capitales (también, por primera vez, desde 2015), empleo y también el nivel de actividad".
"Los muy ambiciosos planes de desarrollo regional como el denominado 'Un cinturón, un camino', apalancados en el financiamiento de entidades recientemente creadas como el AIIB y el Banco de los BRICS y que cuentan con participación multinacional, concitan todas las miradas en la medida que el mundo, por el momento, no puede ver más allá de la bruma", añadió.
En ese contexto, Girado remarcó que "en el G20 coexisten intereses contrapuestos muy importantes y poderosos. Si bien la mayor parte de sus integrantes parecen acordar en la necesidad de impulsar la economía global, no es tan claro que coincidan sus diagnósticos como para llevar a cabo acciones comunes".
"China en ese orden juega un papel crucial, y parece haber tomado debida nota de su rol. Hoy sus intereses están más ligados que antes al progreso de sus socios, aunque sean pequeños", sostuvo.
Agregó que "a esta gran economía le puede costar mucho prosperar y mejorar las condiciones de vida de su población, si sus socios enfrentan restricciones económicas y políticas. China fue fundamental para promover la cooperación para impulsar la innovación, el aliento a la iniciativa individual y esquemas de coordinación para desplegar en diversos campos, lo que incluyó apoyar el sistema multilateral de comercio".
"China apoya la agenda de Doha para que sea la base de la Agenda de la ONU 2030 por el Desarrollo Sustentable, haciéndola más previsible a los ojos occidentales", completó.
La XI cumbre del G20 concluyó con consensos sobre una amplia gama de temas importantes. Se adoptó un comunicado que clarifica la dirección, los objetivos y las medidas de desarrollo de la cooperación del G20, mientras que se alcanzó el Consenso de Hangzhou sobre la facilitación del crecimiento económico global mediante medidas a largo plazo, integrales, abiertas, innovadoras e inclusivas.
China tomó el "modelo de crecimiento basado en la innovación" como el tema esencial de la cumbre realizada en Hangzhou, la primera vez que el mecanismo se enfoca sobre el motor del crecimiento global a medio y largo plazo.