MEXICO, 21 sep (Xinhua) -- El representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab, expresó hoy su plena disposición para seguir colaborando con las autoridades mexicanas en sus esfuerzos para esclarecer el paradero de los 43 estudiantes, desaparecidos casi dos años atrás en el sureño estado de Guerrero.
El funcionario de Naciones Unidas hizo este compromiso al reunirse con familiares y compañeros de los 43 normalistas que se encuentran en calidad de desaparecidos desde el 26 y 27 de septiembre de 2014, luego de que policías de la municipalidad de Iguala los detuvieron cuando viajaban en autobuses.
Jarab sostuvo el encuentro en Iguala, Guerrero, donde transmitió a las familias y compañeros de los estudiantes "su admiración, solidaridad y apoyo en sus esfuerzos por la búsqueda de los estudiantes desaparecidos y por hacer valer el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición".
En un comunicado posterior de Naciones Unidas, se detalló que Jarab y una comitiva valoró los avances que han tenido lugar en materia de investigación en el caso.
La ONU-DH, añade, saludó el acuerdo para la implementación del mecanismo de seguimiento a este caso en el marco de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y expresó que brindará apoyo a dicho mecanismo.
También, el representante del Alto Comisionado de ONU-DH remarcó la importancia de contar a la mayor brevedad posible con una ley general sobre la desaparición de personas que recoja la voz de las víctimas.
El caso de los 43 estudiantes ha conmocionado a la comunidad internacional y se sigue sin dar con el paradero de ellos.
No obstante, la hipótesis gubernamental en torno al caso es que los estudiantes fueron raptados por policías que los entregaron a miembros del grupo criminal Guerreros Unidos bajo la sospecha de que se trataba de integrantes de una organización rival.
De acuerdo con declaraciones de presuntos criminales detenidos por el caso y un estudio pericial, apuntaba que integrantes de Guerreros Unidos habrían asesinado y cremado a los jóvenes en un basurero de la vecina municipalidad de Cocula.
No obstante, los padres de los normalistas rechazan esa versión porque existen dos estudios forenses llevados a cabo por expertos de la CIDH y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que descartan tal posibilidad pues en ese basurero no pudo registrarse un fuego capaz de calcinar a los jóvenes.
El Gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha expresado su voluntad de seguir investigando el caso a fin de esclarecer el hecho y se castiguen a los responsables.
Las autoridades sólo han identificado los restos de dos estudiantes: Alexander Mora y Jhosivani Guerrero.