Las perspectivas económicas mejoran para Brasil, aunque la recuperación será difícil y cualquier mejoría en el crédito tardará en llegar, difundió hoy la agencia de calificación de riesgo Moody's.
La calificadora pronosticó que la economía brasileña se contraerá 3,5 por ciento en el presente año, con lo que sumará su segundo año negativo seguido, mientras que espera una recuperación del 0,5 por ciento para 2017.
"La conclusión del proceso de 'impeachment' (juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff) permitió a la administración (de Michel) Temer buscar políticas de combate a la inflación confiables, así como medidas para fortalecer la disciplina fiscal", sostuvo.
Explicó que las medidas propuestas por el gobierno, "son vitales para aliviar las preocupaciones de los inversores y mantener el flujo de capitales, así como fortalecer la confianza".
Las previsiones sobre el desempeño de la economía brasileña son, sin embargo, ligeramente menos optimistas que las del mercado financiero, que prevé una contracción del 3,14 por ciento este año y un crecimiento del 1,3 por ciento en 2017.
El Banco Central (BC) de Brasil, a su vez, proyecta un retroceso de 3,3 por ciento en la economía brasileña para el cierre del presente año y un crecimiento también de 1,3 por ciento para el 2017.
"La estabilización de las condiciones económicas ayudará a contener el estrés financiero para las empresas brasileñas y soportará mejoras modestas de desempeño corporativo", señaló Moody's en su reporte.
Agregó: "Las condiciones restrictivas de liquidez, altas tasas de interés y desempleo continuarán pesando en la economía (de Brasil) por lo menos hasta el final de 2017".
Para Moody's, el escenario actual alimenta la aversión de riesgo de los bancos, aunque si mejora la confianza algunos acreedores tendrán flexibilidad para aumentar más rápidamente sus carteras de préstamos.
La firma calificadora consideró que una recuperación económica gradual, "apenas favorecerá un aumento de la demanda por crédito".
Rebajó además la calificación de la deuda de Brasil a un "grado especulativo", el "Ba2", que para la agencia significa una calidad de crédito cuestionable.
Lo mismo hicieron las calificadoras Standar & Poor's y Fitch, debido a las dificultades económicas por las que atraviesa el país sudamericano.