JERUSALEN, 30 sep (Xinhua) -- Una singular carrera culminó en un funeral sin precedentes para el líder israelí Shimon Peres sepultado hoy por la mañana en Jerusalén.
Miles de personas acompañaron a Peres en su último viaje a la sección de personalidades importantes del cementerio nacional de Israel en Jerusalén. Peres fue sepultado al lado de dos ex primeros ministros.
Entre estos miles de personas hubo decenas de líderes mundiales, entre ellos el presidente de Estados Unidos Barack Obama y el ex presidente Bill Clinton.
La atención de los medios se centró en el presidente palestino Mahmoud Abbas, quien realizó un raro viaje a Jerusalén para rendir homenaje al fallecido presidente israelí.
Poco antes del inicio de la ceremonia, Abbas estrechó la mano del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y los dos hablaron brevemente, algo raro en los últimos años.
La última ronda de conversaciones entre palestinos e israelíes fue suspendida en abril de 2014, a pesar de la consternación de Shimon Peres que en ese entonces era presidente.
A lo largo de su carrera, Shimon Peres fue un firme defensor de la paz con los palestinos y del establecimiento de un Estado independiente para ellos.
Durante muchos años, su apoyo a la solución de los dos Estados prácticamente lo aisló del escenario político, pero gradualmente muchos israelíes se acostumbraron a la idea.
Peres, parte de la historia de Israel desde su creación, fue testigo de cada evento importante.
En un sentido panegírico, Netanyahu dijo que aprendió a querer a Peres a pesar de que estaban lejos el uno del otro en el espectro político.
"Yo te quise. Todos te quisimos. Adiós, Shimon, hombre querido, gran líder", dijo el primer ministro israelí.
Al dar la bienvenida a decenas de dignatarios extranjeros al principio del panegírico, Netanyahu no mencionó al líder palestino Abbas.
Obama se aseguró de recordarlo, pero fue otro momento diplomático incómodo entre los dos líderes cuya relación es tensa.
"La presencia aquí del presidente Abbas es un gesto y un recordatorio del negocio aún sin terminar de la paz", dijo Obama en un no muy sutil codazo a Netanyahu.
Obama y Netanyahu han estado en desacuerdo durante años con respecto a la manera de resolver el conflicto árabe-israelí, cuyo núcleo es el tema palestino.
Peres "nos mostró que la justicia y la esperanza se encuentran en el centro de la idea sionista. Una vida segura en una nación que puede defenderse a sí misma por sí misma", dijo Obama.
Esto es justamente en donde Netanyahu y Obama están en desacuerdo.
Aunque Netanyahu ha señalado en repetidas ocasiones que está a favor de un Estado palestino independiente, la actividad de construcción de asentamientos durante su mandato se ha intensificado.
Los palestinos y muchos en la comunidad internacional consideran que el actual gobierno israelí está estableciendo hechos en el terreno para que el futuro Estado palestino resulte inviable.
Durante gran parte de su carrera política, Peres fue ridiculizado por sus ideas sobre cómo resolver el conflicto con los palestinos y muchos israelíes aún creen que la paz es un objetivo poco realista.
A lo largo de décadas de conflicto, Peres se mantuvo optimista.
El ex presidente estadounidense Bill Clinton lo elogió por su duradera visión.
"Peres comenzó su vida como el estudiante más brillante de Israel, se convirtió en el mejor maestro y terminó como su más grande soñador. Vivió 93 años en un estado de constante asombro ante el increíble potencial del resto de nosotros para superar nuestras heridas, nuestros resentimientos y nuestros miedos para aprovechar al máximo el día de hoy y reclamar la promesa del mañana", dijo Clinton.
Como presidente de Estados Unidos en 1993, Clinton fue el anfitrión de la firma de los Acuerdos de Oslo entre Israel y los palestinos en cuya creación Peres tuvo un papel fundamental.
En sus panegíricos, tanto Clinton como Obama hicieron énfasis en su convicción de que Peres no fue un ingenuo en sus sueños como lo aseguraba con frecuencia la opinión pública israelí.
Para fines de 1995, en los días previos al asesinato de su socio político Yitzhak Rabin, Peres fue objeto de incitaciones por sus posturas conciliadoras.
El actual presidente israelí, Reuven Rivlin, concluyó su panegírico con una disculpa.
"También deberíamos de disculparnos ante usted. Estaba bien estar en desacuerdo con usted. Sus opositores tenían el deber de expresar su opinión, pero hubo años en los que se cruzó la línea roja que separa la rivalidad ideológica de acciones que no tienen cabida", dijo Rivlin.
La sentida disculpa del líder israelí se conjuntó con la esperanza del presidente Obama. "Ahora el trabajo está en manos de la siguiente generación de Israel y de sus amigos", dijo.
Obama dejará la presidencia en unos meses y dejará a Netanyahu para trabajar con la nueva administración.
En una mañana soleada y de cielo despejado en Jerusalén, los soldados israelíes cubrieron poco a poco la tumba con tierra y este acto simbólico marcó el fin de una era en los anales de Israel.