BEIJING, 10 oct (Xinhua) -- Al tiempo que un uruguayo va a trabajar de madrugada conduciendo un automóvil "hecho en China", una oficionista de Beijing, en el otro lado del mundo, regresa a casa y saca del refrigerador una chuleta de cordero de Uruguay y se prepara la cena. Por la mañana, mientras un ingeniero de México utiliza un ordenador de marca china para empezar su trabajo, unos chinos en una fiesta toman cerveza y tequila de México.
Actualmente, los países latinoamericanos se benefician del comercio bilateral sino-latinoamericano, ya que está incrementando la demanda de alimentos y productos agropecuarios extranjeros por parte de los más de 1.300 millones de chinos, de acuerdo con un artículo publicado recientemente por la edición al extranjero del Diario del Pueblo de China.
Durante el primer trimestre de este año, el volumen comercial de los productos agropecuarios que China importó de América Latina subió un 28,5 por ciento, lo que muestra el enorme potencial en la agricultura latinoamericana.
Durante los últimos años, el comercio sino-latinoamericano y caribeño ha logrado un gran éxito gracias a una ampliación de la inversión y una integración de los intereses. En la actualidad, China se ha convertido en el segundo mayor socio comercial y la tercera mayor fuente de inversión de América Latina. La proporción del volumen comercial China-América Latina se ha incrementado en el volumen total del país asiático.
Además, se han formado nuevos puntos de cooperación, en un momento en que los países latinoamericanos se encuentran en un proceso de ajuste estructural y aceleración industrial, y China necesita cooperar a nivel internacional para "salir al exterior". En 2015, la inversión china en América Latina subió un 67 por ciento en medio de un ambiente económico desfavorable, mientras que el volumen de contratos de nuevos proyectos creció un 10,3 por ciento, con la logística, la electricidad y la información siendo los tres canales más importantes en la cooperación bilateral, según el artículo.
El próspero desarrollo en diversos terrenos entre las dos partes no sólo ha impulsado el desarrollo económico y la mejora de las condiciones de vida de la gente, sino que también ha fomentado los intercambios culturales entre los pueblos de los dos lados.
Ahora está de moda decir "nihao" (hola en chino) en el continente latinoamericano y cada vez hay más gente que empieza a estudiar la cultura china. Hasta el momento, China ha establecido un centro de cultura china en México, además de inaugurar 36 institutos y 11 aulas Confucio.
Mientras tanto, la atracción de los países latinoamericanos y caribeños hacia los chinos va en aumento. Un total de 21 países del continente se han convertido en destinos turísticos para los chinos. China ha inaugurado vuelos directos con Brasil, Cuba y México, y las aerolíneas chinas comparten códigos con sus homólogas de países como Perú. Este último país, así como Argentina, Chile y Ecuador han anunciado que facilitarán el proceso de solicitud de visados.
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río recién concluidos han sido un espejo que ha reflejado la buena relación entre las dos partes. Al tiempo que los brasileños elogiaban a los atletas chinos, "los elementos chinos" lucían dentro y fuera de los estadios de Río, de los gimnasios al transporte ferroviario, de los recuerdos olímpicos a la red de comunicaciones y los equipos deportivos, los cuales han mostrado la producción, el servicio y la cultura del país asiático.
Este año marca el Año de Intercambio Cultural Sino-latinoamericano y Caribeño. Los pueblos de los dos lados han empezado una nueva ola de comunicación. La amistad y la cooperación entre las dos partes prosperarán en el futuro, concluye el artículo.