El Gobierno de Perú pidió hoy perdón por las víctimas de ejecuciones extrajudiciales registradas durante la guerra interna que enfrentó este país, en una ceremonia de entrega de restos de 58 víctimas de estas ejecuciones.
La ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, presidió la entrega de restos de personas ejecutadas por militares durante las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, en el marco de la guerra contrasubversiva contra las guerrillas de Sendero Luminoso.
El evento se realizó en la Plaza de Armas de la ciudad surandina de Ayacucho, ubicada a 554 kilómetros al sur de Lima, donde se izó una bandera blanca en señal de paz recordando los años de guerra interna que dejó también alrededor de 15 mil desaparecidos.
Pérez Tello lamentó que el Estado peruano se haya demorado en entregar los cuerpos de las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales y de algunos desaparecidos, que fueron recibidos por sus familiares, luego de la larga espera.
El acto de entrega de los cuerpos fue precedido por un acto religioso en la sede de la Catedral de la ciudad de Ayacucho, donde fueron colocados los féretros pintados de blanco, acompañados de sus deudos.
La ministra de Justicia también aseguró que el gobierno peruano del presidente Pedro Pablo Kuzcysnki continuará brindando apoyo a los familiares de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales y de los desaparecidos.
Asimismo, se comprometió a que dará todo su apoyo a los esfuerzos que llevan a cabo las autoridades del Ministerio Público en la búsqueda de los miles de desaparecidos durante la guerra interna.
De acuerdo a la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, durante la guerra interna entre las fuerzas armadas y las guerrillas de Sendero Luminoso se registraron alrededor de 70.000 muertos y cerca de 15 mil desaparecidos, cuyas principales víctimas fueron indígenas de etnia quechua.