La densidad media de partículas finas inferiores a 2,5 micras (PM 2,5) suspendidas en el aire de Beijing se redujo en los primeros diez meses de este año, informaron hoy lunes las autoridades.
La densidad media de las PM 2,5 entre enero y octubre se situó en 64 microgramos por metro cúbico, lo que supone un descenso interanual del 8,6 por ciento, de acuerdo con el Buró Municipal de Protección Medioambiental de Beijing.
Las PM 2,5 son resultado del esmog y son peligrosas para la salud.
La capital china disfrutó de 172 días de aire de buena calidad durante los primeros diez meses, 11 días más que el mismo periodo del año pasado.
Las densidades medias de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y PM 10 (partículas con diámetro menor que 10 micras) disminuyeron interanualmente un 30,8, un 6,5 y un 12,9 por ciento, respectivamente, en los primeros diez meses, según el buró.
El Centro Municipal de Control Medioambiental de Beijing advierte, sin embargo, de que a medida que arranca durante noviembre la temporada de calefacciones la calidad del aire de la ciudad irá empeorando.
Beijing están reemplazando las plantas de carbón con energía limpia para mejorar la calidad de aire.
Cuando se complete el recambio a finales de este año, las instalaciones de energía limpia reducirán el uso de carbón de Beijing en dos millones de toneladas, lo que supone un descenso anual de unas 30.000 toneladas de polvo y disminuciones del dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno de unas 16.000 y unas 5.000 toneladas, respectivamente.