En un contexto de cooperación económica regional fragmentada y de una recuperación desacelerada, la propuesta más reciente de China para estimular el crecimiento económico, ilumina la perspectiva de la región de Asia-Pacífico.
En un discurso pronunciado en la cumbre empresarial del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Lima, capital de Perú, el presidente chino, Xi Jinping, pidió a las 21 economías miembros de APEC esforzarse por una economía abierta e integrada, así como incrementar la conectividad para alcanzar un desarrollo interconectado.
El presidente también sugirió impulsar la reforma e innovación para crear más fuerzas conductoras internas, y pidió una cooperación de ganar-ganar para establecer una asociación fuerte.
Esa propuesta de cuatro puntos traza las direcciones que ayudarán a conducir el desarrollo económico y la cooperación regional en Asia-Pacífico.
La integración y apertura económicas, que han sostenido el desarrollo en China y en la región de Asia-Pacífico en los 25 años pasados, tienen una importancia especial porque el proteccionismo amenaza con afectar al comercio global y a la integración económica.
Por su parte, la conectividad y el desarrollo interconectado son impulsores clave que apoyarán la integración económica y la vitalidad continua en la región, mientras la reforma e innovación son las fuerzas internas que impulsarán el desarrollo de las economías miembros.
En realidad, China no sólo está estableciendo una teoría sino siguiendo sus palabras con acciones.
La nación está impulsando activamente la construcción de un Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico (FTAAP), una iniciativa estratégica fundamental para la prosperidad de largo plazo de la región de Asia-Pacífico y un mecanismo institucional que garantizará una economía abierta en la región.
El proceso del FTAAP fue lanzado en la Reunión de Líderes de APEC 2014 en Beijing con el aval de un mapa de ruta. Subsecuentemente, se llevó a cabo un "estudio estratégico colectivo", como acordaron los miembros de APEC, y los resultados deben ser reportados a los líderes de las economías a fines de 2016.
Además, China ha desempeñado un papel positivo en la mejora de la conectividad en la región a través de mecanismos y canales como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el Fondo de la Ruta de la Seda y la cooperación Sur-Sur.
China se convirtió en miembro del foro de APEC hace 25 años. En el pasado cuarto de siglo, China ha sido un contribuyente y participante activo.
En las décadas pasadas también se demostró que la prosperidad compartida puede ser alcanzada en la medida en que las economías miembros se abran entre sí.
China ha entrado en una etapa decisiva en su misión de construir una sociedad modestamente acomodada de forma integral. La reforma estructural enfocada en la oferta y su búsqueda de desarrollo innovador, coordinado, verde, abierto y compartido, entre otros aspectos, han garantizado la confianza y la expectativa del crecimiento de China.
En los cinco años próximos, China importará productos por un valor de 8 billones de dólares, recibirá inversión extranjera por 600.000 millones de dólares e invertirá en ultramar 750.000 millones de dólares. Además, los turistas chinos harán más de 700 millones de visitas al extranjero.
Estas proyecciones confirman que el desarrollo de China ofrece oportunidades a Asia-Pacífico y al mundo entero.
Al traducir sus palabras en acciones, se puede esperar que China avance junto con la región de Asia-Pacífico hacia una nueva etapa de desarrollo.