Varios grupos rebeldes anunciaron el lunes por la noche que han congelado las conversaciones sobre las negociaciones de paz previstas con el Gobierno sirio, para lo que alegaron las "grandes violaciones" de las fuerzas gubernamentales al actual cese al fuego.
Los rebeldes dijeron en un comunicado conjunto que congelan las conversaciones sobre las negociaciones de paz, que, según lo planeado, se iban a celebrar en los próximos días en Astaná, capital de Kazajistán.
Así, afirmaron que se trata de una repuesta a las "grandes violaciones" de las fuerzas gubernamentales al cese al fuego, que fue alcanzado en un acuerdo liderado por Rusia y Turquía y que entró en vigor hace cuatro días.
"Debido al empeoramiento de la situación y la continuación de las violaciones, las facciones (rebeldes) declaran la congelación de cualquier conversación relacionada con las negociaciones de Astaná (...) hasta la completa implementación del acuerdo del cese de hostilidades", indicaron.
El comunicado citó lo que los rebeldes definieron como violaciones repetidas por parte de las fuerzas gubernamentales, incluyendo la escalada de las ofensivas militares en la localidad controlada por los rebeldes de Wadi Barada, al noroeste de Damasco, y en la zona de Rastan, en la provincia central de Homs.
El Gobierno rechazó admitir sus ataques como violaciones al cese al fuego, y esgrimió que está luchando contra los grupos Frente Al Nusra y Estado Islámico, ambos excluidos del cese al fuego debido a que han sido designados como organizaciones terroristas por la ONU.
Para las fuerzas gubernamentales, Wadi Barada está bajo control de Jabhat Fateh al-Sham, anteriormente conocido como Frente Al Nusra, organización relacionada con Al Qaeda y que ha sido excluida de la tregua.
Los rebeldes en Wadi Barada mantienen cortada la principal línea de suministro de agua a Damasco desde el 22 de diciembre, dejando al Gobierno pocas opciones para restablecer el suministro de agua en la zona, que alimenta la capital, con más de 5 millones de habitantes.
El cese al fuego apoyado por Rusia y Turquía entró en vigor a la medianoche del viernes, y los activistas de la oposición dijeron que todavía se mantenía el lunes, a pesar de las "rupturas".
El reciente cese al fuego es el tercero en Siria después de dos fracasos previos. El primero fue alcanzado en febrero y duró tres meses antes de su fracaso, y el segundo se estableció en septiembre y fue observado solo por una semana.