El agricultor Federico Martínez decidió viajar desde el norteño estado de Zacatecas a la Ciudad de México para unirse a miles de campesinos, sindicalizados y universitarios que hoy marcharon por las avenidas en protesta contra el alza de los precios de las gasolinas.
"Tendría que vender dos kilos de frijol para comprar un litro de diésel, y dos kilos implican un trabajo de cuatro meses, maquinaria y una serie de insumos", reprochó el miembro de la organización campesina Movimiento Social por la Tierra.
El rechazo al aumento reunió a por lo menos 27.000 asistentes en distintas marchas que confluyeron por la tarde en la Plaza de la Constitución, el corazón de la capital del país, de acuerdo con cifras dadas a Xinhua por personal del Gobierno de la Ciudad de México que siguió las protestas.
Igual que Martínez, campesinos llegaron en contingentes de diversas organizaciones desde estados en las cuatro latitudes de México: Campeche, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Sonora, Sinaloa, Tabasco, Quintana Roo, Veracruz o Yucatán.
Denominada "Jornada Nacional Unitaria", la manifestación fue convocada hace dos semanas por la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que congrega a unas 200 organizaciones, en el marco de las protestas que se registran en el país desde que el 1 de enero entró en vigor el aumento.
Los miles de agricultores salieron del Angel de la Independencia, en la central avenida Paseo de la Reforma, y del cercano Monumento a la Revolución pasadas las 16:30 hora local, luego de emprender protestas por la mañana en distintos puntos aledaños, entre éstos la Embajada de Estados Unidos en México en repudio al presidente Donald Trump.
El gobierno federal sustenta el incremento, que en algunas regiones del país fue del 24 por ciento con respecto a diciembre, en los precios internacionales del petróleo, la depreciación del peso frente al dólar y el costo real de la logística para su distribución.
"Con el alza de los precios viene el aumento del precio de la canasta básica y exigimos el derecho de tener recursos para el campo", señaló Lucia Rangel, quien llegó a la ciudad junto con 1.500 campesinos desde Chiapas (sureste).
Sindicalistas y universitarios partieron poco antes que los campesinos, después de concentrarse también en Paseo de la Reforma y en avenida Juárez, cerca de la Alameda Central, entre éstos pilotos aviadores que vestían sus uniformes negros, telefonistas, electricistas, maestros y trabajadores de distintas casas de estudio superior.
También caminaba con ellos un grupo de simpatizantes de los padres de familia de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, estado de Guerrero (sur), desaparecidos desde septiembre de 2014.
Gabriela Montoya, una estudiante de posgrado en Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aseguró que acompañaba a los campesinos y sindicalistas en el rechazo al alza de combustibles, pero también protestaba por una reducción en el monto de las becas que reciben ahora alumnos de maestrías y doctorados.
Una vez reunidos en la Plaza de la Constitución, distintos dirigentes de la UNT y de otros gremios llamaron al presidente Enrique Peña Nieto a frenar el aumento a las gasolinas, que este 3 de febrero podrían tener un nuevo ajuste dentro del calendario programado.
El líder del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), Agustín Rodríguez, aseguró que la molestia generalizada está gestando un movimiento a nivel nacional para impulsar que sean replanteadas las políticas económica y educativa.
"No se va a bajar el nivel de las protestas", advirtió desde el micrófono el dirigente del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y líder colegiado de la UNT, Francisco Hernández.