WASHINGTON, 31 ene (Xinhua) -- Sin cumplir todavía un mes en el cargo, el presidente de Estados Unidos Donald Trump ya es objeto de muchas controversias.
Trump no gozará del periodo de "luna de miel" que muchos otros presidentes históricamente han disfrutado en Estados Unidos. La luna de miel son los primeros 100 días del mandato en los que tanto la prensa como el presidente se toman las cosas con calma.
Trump sorprendió al mundo en noviembre cuando ganó la presidencia y superó a su rival demócrata Hillary Clinton pues las encuestas y los expertos esperaban el triunfo de Clinton.
Sin embargo, Trump ya está viendo manifestaciones en contra de su presidencia y está recibiendo muchas críticas de la prensa nacional.
"Trump está empezando como el nuevo presidente menos popular de la historia reciente", dijo a Xinhua Darrell West de la Brookings Institution.
Trump "tiene muchos puntos negativos y los demócratas están unidos en el combate a sus cambios. Es probable que haya importantes protestas en cada paso del camino a medida que Trump realiza diversos cambios de política", dijo West.
En efecto, el fin de semana y el lunes hubo protestas en varias ciudades del país por la prohibición temporal de Trump a la emisión de visas en siete países predominantemente musulmanes que tienen serios problemas con el terrorismo.
Quienes critican la prohibición señalan que es injusta para quienes no están involucrados en el terrorismo y algunos la han descrito como antimusulmana.
La administración Trump señala que la medida tiene como fin hacer que el país esté más seguro en relación con ataques violentos de radicales y sus simpatizantes insisten en que la prohibición no es antimusulmana pues no incluye a ciudadanos de Pakistán, Afganistán y muchas otras naciones musulmanas.
Dan Mahaffee, analista del Centro para el Estudio de la Presidencia y el Congreso, dijo a Xinhua que para Trump, la ausencia de una luna de miel viene de la prensa y de divisiones crecientes entre el presidente y la dirigencia republicana del Congreso en temas como comercio y gasto en infraestructura.
Parte de la presión que la administración Trump enfrenta proviene de su promesa de cambiar el orden establecido en Washington y de la necesidad de mantener promesas populistas de campaña muy poco ortodoxas, dijo Mahaffee.
West dijo que Trump hubiera podido tener una luna de miel si se hubiera acercado inmediatamente después de la elección a quienes no lo apoyaron.
"Podría haber sido magnánimo y haber dicho que le gustaría representar a todos en Estados Unidos. En cambio, manejó su periodo de transición de forma partidista y no hizo nada por disipar las inquietudes de sus opositores", dijo West.
Algunos expertos dicen que debido a la naturaleza cada vez más partidista de la política estadounidense junto con el ambiente de los medios, la "luna de miel presidencial" podría convertirse en cosa del pasado.
Mahaffee dijo que el periodo de luna de miel es cada vez más improbable para los futuros presidentes pues los medios ahora analizan su agenda incluso antes de que lleguen al poder.
Otros presidentes también han tenido periodos de luna de miel cortos.
La luna de miel del ex presidente Bill Clinton terminó pronto por la búsqueda de una legislación de salud al inicio de su administración. Esto no sólo terminó la luna de miel, sino que también permitió a la entonces minoría republicana concentrarse en las elecciones intermedias de 1994.
El periodo de luna de miel del ex presidente George W. Bush se vio ensombrecido por la controversia sobre quién ganó de hecho la elección, pues los resultados de los comicios del 2000 fueron cuestionados.