El gobierno brasileño elevó hoy a 60 el número de muertes en el país causadas por la fiebre amarilla, mientras que otros 87 fallecimientos son investigados, informó hoy el Ministerio de Salud.
La mayoría de las muertes (53) se registraron en el estado de Minas Gerais, donde se inició el brote que se expandió por varios estados de Brasil, mientras que otras cuatro personas fallecieron en Espírito Santo y tres más en el estado de Sao Paulo, todos ellos en la región sureste de Brasil.
Desde el inicio del brote se contabilizaron 150 muertes sospechosas de fiebre amarilla, de las cuales tres fueron descartadas, 60 confirmadas y 87 son investigadas.
En total, hubo 921 notificaciones de la enfermedad, de las cuales 804 ocurrieron en Minas Gerais.
Del total de notificaciones, 702 están en investigación, 161 fueron confirmadas y 58 descartadas.
El aumento de casos de la enfermedad obligó el gobierno a enviar más de ocho millones de vacunas a los estados afectados y a otros en riesgo, como Río de Janeiro, con el fin de contener la crisis sanitaria desatada.
Los especialistas distinguen dos tipos de fiebre amarilla que se diferencian por el mosquito transmisor, la silvestre, transmitida por el "Haemagogus" y el "Sabethes", que ataca principalmente a los monos, y la urbana, que transmite el "Aedes aegypti", el vector del dengue, zika y chikunguña.
Según datos del gobierno, los últimos casos de fiebre amarilla urbana en Brasil se registraron en 1942, en el estado de Acre.