Consiguen diagnosticar un cáncer de páncreas con un análisis de sangre |
Fuente:agencias
Tempe,EE.UU.,08/02/2017(El Pueblo en Línea)-En el año 2015 se diagnosticaron en nuestro país 6.914 nuevos casos de cáncer de páncreas, tipo de tumor que, si bien octavo en frecuencia, constituyó la tercera causa de mortalidad por cualquier enfermedad oncológica –la cifra de decesos en 2014 ascendió a 6.278, solo inferior a las asociadas al de pulmón y al colorrectal–. Y es que el cáncer de páncreas presenta la menor tasa de supervivencia asociada a cualquier tumor, con una tasa de supervivencia de solo un 2-10% a los 5 años del diagnóstico. La razón obedece al limitado número de opciones terapéuticas para tratar la enfermedad. Más aún cuando se detecta en una fase avanzada, lo que sucede en la gran mayoría de los casos dado que sus síntomas son muy inespecíficos y pueden atribuirse a cualquier otra causa. De ahí la importancia de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.), en el que se describe un método para detectar este tipo de tumor de forma precoz. Y para ello, tan solo hace falta un análisis de sangre, según ABC.
Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Nature Biomedical Engineering», muestra cómo la detección en la sangre de exosomas que portan en su superficie la proteína denominada ‘EphA2’ permite diagnosticar el cáncer de páncreas en sus fases más iniciales.
Como explica Tony Hu, director de la investigación, «el cáncer de páncreas es un tipo de tumor del que necesitamos encontrar desesperadamente un marcador sanguíneo precoz. Se han utilizado distintas técnicas para su detección, pero no funcionan demasiado bien dada la naturaleza de este cáncer. Y es que es muy difícil detectar una señal diagnóstica temprana cuando no hay síntomas. No ocurre como en el cáncer de mama, en el que la paciente puede sentir dolor y se puede hacer una prueba sencilla para buscar un crecimiento anormal».
Las células eucariotas –como las de los humanos– y procariotas –como las bacterias– se comunican entre sí mediante la liberación de unas vesículas que, denominadas exosomas, permiten hacer llegar a sus vecinas distintos materiales –desde material genético como el ADN a proteínas y lípidos–. Un mecanismo de comunicación que utilizan no solo las células sanas, sino también las enfermas. Es el caso, entre otras y como han mostrado distintos estudios, de las cancerígenas, que liberan exosomas para ‘convencer’ a las células circundantes de que se unan a para promover la proliferación y migración a otros órganos –la consabida ‘metástasis’– del tumor o para hacerles llegar las ‘herramientas’ para sobrevivir a los fármacos. Tal es así que en el cáncer, al igual que en otras muchas enfermedades, hay una elevación de la cantidad de exosomas en el torrente sanguíneo.