Uruguayos conjugan descanso y diversión por carnaval

Actualizado a las 28/02/2017 - 08:37

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Uruguay vive dos días de asueto (lunes y martes) por la celebración del carnaval, periodo que para muchos se extenderá toda la semana, y que conjuga descanso con diversión.

Las celebraciones de carnaval se recordarán este año por la intensa ola de calor registrada desde hace una semana, con temperaturas que van de los 20 a los 30 grados Celsius en el país sudamericano.

El fenómeno meteorológico ocurre todos los años, aunque "nunca con tantos días de duración", según las declaraciones hechas a la radio estatal por el jefe de Pronósticos del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), Mario Bidegain.

Este lunes y mañana martes, así como el fin de semana previo, son horas de descanso para la mayoría de los uruguayos, que muchos combinan con la diversión, siendo la constante en las fiestas de carnaval, en que la música es otro elemento indispensable.

Durante 40 días, la celebración dedicada al mítico dios Momo se inunda de un ambiente festivo con los ritmos tradicionales del candombe y la murga.

El candombe, ritmo musical generado por tamborileros, es una tradición de los esclavos africanos que llegaron al país en el siglo XIX, declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La murga y el candombe son expresiones artísticas autóctonas representativas de la fiesta popular, que incluso han traspasado las fronteras de Uruguay.

El conjunto coral, teatral y musical que interpreta la murga, se integra por 16 hombres disfrazados y pintados de la cara, que actúan, cantan y bailan al ritmo de bombos y platillos imprimiendo humor, sátira y crítica.

En diferentes puntos del país se escuchan también acordes de samba brasileña, así como los potentes coros murgueros salpicados con crítica y humor.

Se estima que solamente por la terminal de autobuses de Montevideo (capital) pasaron entre el 24 y el 25 de febrero más de 120.000 pasajeros, según estimaciones de sus administradores.

Con el desfile inaugural del carnaval capitalino el 19 de enero pasado, dio inicio el carnaval más largo del mundo que concluirá en marzo, tras varias semanas de concursos.

En la fiesta de carnaval intervienen grupos de candombe, murgas, parodistas y humoristas, que recorren tablados al aire libre en la capital uruguaya.

Estos tablados se encuentran en barrios periféricos de la capital con precios populares y el subsidio del gobierno local, aunque se les encuentra también en zonas adineradas.

El concurso oficial tiene lugar de manera paralela en el Teatro de Verano, que la mayoría de las noches luce colmado con su aforo para 6.000 personas.

A su vez, en el departamento de Artigas (norte) localizado a 600 kilómetros de Montevideo, el estilo de la samba ha ganado adeptos por su cercanía con Brasil, cuya frontera la marca el río Cuareim.

En ese sitio, los uruguayos se han apropiado de la samba, rítmica que que les ha ayudado a desfilar cada año con naturalidad, mediante las típicas escuelas con fama mundial en Río de Janeiro (Brasil).

Miles de personas, entre vecinos y visitantes, acompañan el recorrido de las comparsas por la avenida Lecueder a lo largo de alrededor de 60 minutos, en que cada escuela de samba desfila con al menos cinco carros alegóricos y 600 integrantes.

Los participantes marchan durante tres jornadas, en las que presentan sus temas o "enredos" carnavalescos referentes a un tema de interés cultural.

Emperadores de la zona sur desfilarán este año para defender su título, luego de arrebatar el reinado ininterrumpido de nueve ediciones del barrio de Rampla.

El Ministerio de Turismo ha señalado que este carnaval adaptó sus músicas y bailes según el contexto local, lo que demuestra su "carácter híbrido" y la forma de vivir de una comunidad entre dos países.

En otra ciudad fronteriza, Rivera, ubicada 500 kilómetros al norte de Montevideo, separada de la brasileña Santana do Livramento por solo una avenida, todos los años tiene lugar el auto proclamado "Carnaval más divertido del Uruguay".

Se trata de "una propuesta participativa, popular y gratuita" para divertir a más de 25.000 asistentes por noche en la llamada "frontera de la paz", según la administración local.

"Aquí, el carnaval se caracteriza por ser multicultural y de todos los ritmos. Por esa razón, aquí los visitantes podrán disfrutar de candombe, comparsa, escuelas de samba y el ritmo del trío bahíano (relativo a Salvador de Bahía, Brasil)", resaltan los organizadores.

Por su parte, el tradicional balneario de La Pedrera en el departamento de Rocha en el litoral del Atlántico a 350 kilómetros al oriente de Montevideo, gestó una expresión carnavalesca espontánea que en los últimos años se ha visto desbordada.

El carnaval de la Pedrera cuenta con un desfile de grupos que eligen un tema para disfrazarse, bailar y cantar, en que no hay jurado ni premios, pero sobran las guerrillas de agua, además de que el público se mezcla con quienes desfilan.

Todo empezó como una tradición exclusiva de un puñado de habitantes locales, que con el paso del tiempo ha crecido para contar en la actualidad con la asistencia de unas 15.000 personas de todo el mundo.

El intendente de la Pedrera, Aníbal Pereyra, aseguró a Radiodifusión Nacional del Uruguay (RNU) que el carnaval local es "el único del mundo organizado por el Comité de Emergencia, para asegurar la seguridad de los participantes".

Por su parte, la ciudad uruguaya de Salto en la frontera con Argentina a 500 kilómetros al noroeste de la capital, también ofrece su tradicional fiesta de Momo.

Ese carnaval cuenta con una "profunda trayectoria y tradición construida a lo largo de décadas", cuya base es "la diversidad de sus manifestaciones", según proclaman sus organizadores.

Las propuestas de la localidad son propias del carnaval uruguayo, que integra además tradiciones de los países vecinos (Argentina y Brasil).

Uruguayos de todos los rincones del país viven un remanso en sus actividades cotidianas, que al mismo tiempo aprovechan para el desenfado y la informalidad por los días de carnaval.