BEIJING, 28 feb (Xinhua) -- El banco central y los reguladores bursátil, bancario y asegurador de China están haciendo todos los esfuerzos para detener los nacientes riesgos financieros.
El máximo órgano regulador bursátil condenó este domingo los "cocodrilos" que devoran a los inversores minoritarios, prometiendo un control más estricto con el fin de prevenir riesgos financieros sistemáticos.
Esos comentarios vinieron después del comportamiento "bárbaro" de algunas aseguradoras que, usando dinero del apalancamiento, compraron acciones de firmas cotizadas a finales del año pasado, lo que suscitó una gran preocupación pública.
Por ello, la semana pasada el regulador de seguros de China excluyó a Yao Zhenhua, presidente de Foresea Life Insurance, del negocio asegurador durante 10 años por sus operaciones irregulares en el mercado, mientras adoptó medidas para limitar las transacciones en la bolsa de otra aseguradora durante un año por razones similares.
Una directriz emitida la semana pasada por el regulador bancario pretende controlar el negocio de los depósitos de prestamistas en línea para evitar que ese capital de los inversores sea robado.
Con el propósito de ajustar la emisión de bonos de los gobiernos locales, el Ministerio de Hacienda les instó a que sacaran bonos de una manera equilibrada a lo largo del año y que mejoraran la divulgación de información.
A principios de este año, el banco central restringió la liquidez en el mercado interbancario, emitiendo una señal de cambio hacia una política monetaria prudente y neutral.
El gobierno tiene que actuar con cautela para mantener un crecimiento estable en la segunda mayor economía del mundo a la par que evita riesgos financieros.
Según Yang Weimin, un alto funcionario de la máxima oficina de políticas económicas del país, China está afrontando ocho áreas de riesgo en su sector financiero: préstamos morosos, presiones de liquidez, impago de bonos, banca en la sombra, choques de mercados externos, burbujas inmobiliarias, deuda gubernamental y finanzas en línea.
"La presión para controlar los riesgos financieros está creciendo, acompañada por la posibilidad de la subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y otras incertidumbres externas", indicó Li Wei, director de Centro de Desarrollo e Investigación del Consejo de Estado. "Mientas, el desapalancamiento en curso de la economía y la reforma orientada a eliminar las empresas zombies es probable que generen ciertos riesgos financieros", agregó.
En la Conferencia Central de Trabajo Económico celebrada en diciembre, el liderazgo central del país se comprometió a priorizar la prevención de la crisis financiera, asegurando que el freno de las burbujas de activos tendría más importancia en 2017.
Sin embargo, China ha demostrado su valía a la hora de responder a los choques financieros pasados. Después de la crisis financiera global en 1998 y 2008, China se mantuvo firme como ancla de estabilidad económica, incluso cuando muchos mercados robustos se tambalearon.
Un informe de investigación de Morgan Stanley cita tres factores que explican el hecho de que China sea capaz de evitar el peor escenario.
En primer lugar, el ahorro propio de China ha financiado su acumulación de deuda, que ha ido a inversión en vez de a consumo.
En segundo lugar, el gobierno disfruta de una fuerte posición de activos netos, tanto dentro del país como en el extranjero, ofreciendo unas reservas adecuadas frente a choques financieros.
En tercer lugar, sus robustas posiciones macro externas, que incluyen un superávit por cuenta corriente, un alto nivel de reservas de divisas y la falta de presión significativa de la inflación, dejan a China suficiente espacio para manejar su liquidez doméstica.
Mientras que los reguladores chinos están acelerando la supervisión del mercado financiero del país, hay cada día más llamadas para las reformas del actual marco regulatorio.
De acuerdo con una encuesta recién realizada a 1.794 banqueros chinos, más del 40 por ciento de los participantes creen que la supervisión del mercado financiero debe llevarse a cabo desde una perspectiva macro prudente y concentrarse más en la regulación funcional que aborde la supervisión de los negocios financieros transversales.
Se debe mejorar la capacidad regulatoria y la coordinación multisectorial para prevenir que los riesgos financieros provoquen olas más grandes, concluyeron los analistas.