Dinamarca rechazó en 2016 el ingreso de cerca de 3.000 personas como parte de las medidas de control fronterizo para detener la afluencia de migrantes indocumentados, anunciaron hoy las autoridades.
De acuerdo con las autoridades migratorias, 2.901 personas fueron rechazadas en la frontera entre Alemania y Dinamarca en el sur de Jutlandia y en los transbordadores de Lolland-Falster.
Los migrantes originarios de Siria, Afganistán, Irak, Eritrea y Somalia representan cerca de la mitad de los rechazados.
"Esto demuestra la necesidad de los controles fronterizos que hemos introducido", dijo la ministra de Inmigración e Integración, Inger Stoejberg, citado por la agencia danesa Ritzau.
Los motivos del rechazo fueron falta de visa y permisos de residencia o uso de documentos falsificados, indicó Ritzau.
Los controles fronterizos temporales entre Dinamarca y Alemania fueron introducidos a inicios de 2016. Desde entonces se han extendido en varias ocasiones, siendo la más reciente hasta el 12 de mayo de este año.