GUIYANG, 2 abr (Xinhua) -- Liang Zhizhong finalmente pudo garantizar el descanso eterno para su esposa, ocho años después de que ella muriera.
Ya de 73 años, Liang mantuvo en casa la urna con las cenizas de su esposa, Chen Jing, después de que ella perdiera la batalla contra el cáncer de pulmón, en 2009. El anciano no disponía de los 18.000 yuanes (2.615 dólares) que costaba la tumba.
Este año, el Día de Limpieza de Tumbas, un festivo tradicional chino que equivale al Día de los Difuntos en otros países, cae el 4 de abril, y la familia de Liang finalmente tiene una tumba para limpiar, en un lote de 0,25 metros cuadrados junto a un jardín y cubierto con una lápida de mármol grabada.
"Hay montañas y un riachuelo, creo que le gustará", dice Liang, un minero jubilado de la ciudad de Liupanshui de la provincia suroccidental de Guizhou.
Su pensión mensual, de 2.600 yuanes (377 dólares), constituye el único ingreso para los tres miembros de su familia, pues su hijo perdió la capacidad de trabajar a causa de un tumor cerebral que obligó a someterlo a una cirugía.
"Gastamos casi hasta el último centavo de nuestros ahorros para tratar a mi esposa, y la enfermedad de mi hijo nos puso en una situación aún peor", explica.
Otras siete familias pobres enterraron a sus seres queridos en el mismo jardín, ubicado en la montaña Xianhe. En mandarín, esta palabra significa "grulla", un ave que, de acuerdo con las tradiciones, lleva a los difuntos al cielo.
Las tumbas hacen parte de un proyecto de "sepulturas ecológicas" impulsado por el gobierno local. Las cenizas son depositadas en urnas biodegradables que, al descomponerse, nutren las flores. Las familias de escasos recursos, como la de Liang, tienen la oportunidad de depositar los restos de sus seres queridos en tumbas de este tipo sin costo alguno, mientras que quienes tienen los medios, pagan menos de 4.000 yuanes (581 dólares) como tarifa de administración por un período de 20 años.
La tradición china sostiene que las cenizas deben ser sepultadas bajo tierra en urnas, y en los cementerios tradicionales es común ver tumbas "de lujo", como una demostración de piedad filial. Sin embargo, esta costumbre pone una presión cada vez más severa sobre los recursos de tierras del país.
El costo anual de todas las urnas, tumbas y rituales funerarios en el distrito de Liuzhi, donde reside Liang, se calcula en 68 millones de yuanes. Los sepulcros cubren un área total de 6,7 hectáreas.
"Las sepulturas respetuosas del medio ambiente, como los jardines, los árboles y las tumbas de césped, no sólo reducen los costos del entierro para las familias, sino que también constituyen un ahorro en recursos de tierra", asegura Qin Caike, subjefe de la oficina de asuntos civiles de Liupanshui.
Dong Fuqin, una habitante local, dice que antes de morir su hermano pidió ser sepultado allí, a pesar de que la familia es lo suficientemente rica para construirle una tumba lujosa.
"Él nos pidió que reserváramos el terreno para nuestra descendencia", cuenta mientras limpia la tumba.
Chi Xiping, administrador del cementerio de la montaña Xianhe, dijo que se han construido 800 tumbas ecológicas, cada una de menos de un metro cuadrado, y que hasta la fecha una cuarta parte de ellas ha sido utilizada.
"Cada vez más personas están abandonando la costumbre tradicional de comprar tumbas individuales y optando por las sepulturas ecológicas", destaca Chi.
Antes de salir del cementerio, Liang estampó su firma en una pancarta como señal de su apoyo a los enterramientos ecológicos.
"Cuendo muera, tráiganme aquí también", dice a su hijo.