PM chino promete gobernanza limpia y medidas severas contra corrupción financiera

Actualizado a las 10/04/2017 - 09:02

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BEIJING, 9 abr (Xinhua) -- El primer ministro de China, Li Keqiang, prometió realizar más esfuerzos para promover una gobernanza limpia y enfatizó tanto la supervisión del uso de los activos estatales como la adopción de medidas severas contra la corrupción financiera.

Li dijo que China logró en 2016 importantes avances en gobernanza limpia y combate a la corrupción, pero añadió que todavía existen problemas que requieren medidas más enérgicas, según el texto del discurso de Li sobre gobernanza limpia pronunciado el 21 de marzo y dado a conocer hoy.

Los activos estatales son propiedad de todo el pueblo y son importantes para la economía nacional, dijo Li, quien pidió a las autoridades tomar "poderosas" medidas para evitar la pérdida de activos estatales y evitar la corrupción en el sector financiero.

Actualmente el sector financiero es vulnerable a riesgos como malos activos, banca en la sombra y financiamiento ilegal de Internet, como los actos ilícitos del personal que se reportan con frecuencia, según Li.

Las autoridades deben promover reformas para mejorar el sistema de supervisión financiera y deben "mantener alta presión" sobre la supervisión interna, indicó Li.

El domingo, la máxima autoridad de combate a la corrupción de China anunció que Xiang Junbo, presidente de la Comisión Reguladora de Seguros de China, es investigado por una presunta violación grave del código de conducta del Partido Comunista de China.

Li también pidió realizar más esfuerzos para delegar facultades, racionalizar la administración y utilizar Internet para mejorar los servicios del gobierno.

El primer ministro enfatizó la importancia de cumplir las regulaciones de licitaciones públicas y compras de gobierno y prometió castigos contra la corrupción relacionada con la pobreza, la seguridad social, las viviendas asequibles y los seguros médicos.

En 2016, las autoridades de control disciplinario del Partido del país castigaron a 415.000 personas por violar el código de conducta u otras regulaciones y recuperaron a más de 1.000 prófugos que habían huido del país, según Li.