MEXICO, 5 may (Xinhua) -- Cerca de 2.000 soldados reforzarán la lucha contra grupos del crimen organizado que roban combustible de ductos en el central estado de Puebla, donde cuatro militares murieron y 11 resultaron heridos en dos ataques perpetrados por delincuentes, informó hoy el gobierno estatal.
El gobernador de Puebla, Antonio Gali, dijo que los soldados llegarán este viernes al estado para apoyar las tareas que 500 militares y policías realizan desde febrero en seis municipios donde se concentra la operación de los criminales conocidos como "huachicoleros".
"Hoy estaremos respondiendo con alrededor de 2.000 elementos más que llegan. Tenemos que terminar con este robo de combustible", dijo el gobernador en entrevista para la televisión mexicana.
Gali detalló que los grupos criminales operan en municipios situados en el este de Puebla, como Amozoc, Tecamachalco, Palmar de Bravo, Atzitzintla y Quecholac, conocidos como el "Triángulo Rojo" del robo de combustible.
Los delincuentes aprovechan el paso de un poliducto que conecta el vecino estado de Veracruz con el Valle de México, en el centro del país, para abrir tomas clandestinas y extraer los combustibles, expuso.
El gobernador abundó que las agencias de seguridad federales y estatales buscan a dos hombres a los que identifican como los líderes de las organizaciones, cuyos apodos son "El Buchanan's" y "El Toñín".
Integrantes de una organización criminal perpetraron dos ataques a tiros la noche del pasado miércoles contra soldados que atendían un reporte de una toma clandestina en el poblado de Palmarito, en Quecholac, causando la muerte de cuatro militares.
En el primer ataque los elementos del Ejército se vieron impedidos para responder porque los criminales usaron mujeres y niños del poblado como escudos humanos, en tanto que en el segundo reaccionaron y abatieron a seis presuntos delincuentes.
Gali enfatizó que los delincuentes que roban combustible pagan a niños y mujeres de los poblados para que alerten sobre operaciones en su contra, por lo que las autoridades también trabajan en evitar que las comunidades se involucren con los grupos criminales.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco, apuntó que en el primer trimestre del año han sido detenidos más de 300 presuntos miembros de esos grupos y se han recuperado dos millones de litros de combustible robado.
Carrasco expuso que la estrategia para terminar con el fenómeno es compleja, pues hay autoridades locales que los cubren y empresarios que venden el combustible.
Los seis municipios donde se han desplegado fuerzas del orden y políticas de prevención concentran el 90 por ciento de las tomas ilegales donde se extraen los combustibles, detalló Carrasco en entrevista radiofónica con MVS.
"Es donde de manera clara operan las bandas del crimen organizado que han contaminado, involucrado y corroído el tejido social de esas comunidades", manifestó el funcionario.