Es una gran idea que China invite a Estados Unidos a unirse a la iniciativa de la Franja y la Ruta y al Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (BAII), lo que realmente ayuda a generar confianza en los lazos bilaterales, indicó un experto de la ONU.
"Sería un buen comienzo hacer que Estados Unidos se involucre", dijo a Xinhua Amitav Acharya, presidente de Desafíos y Gobernanza Transnacionales de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Americana.
Propuesta por China en 2013, la iniciativa de la Franja y la Ruta comprende la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI y su objetivo es construir una red de infraestructura y comercio que conecte a Asia, Africa y Europa a lo largo de las antiguas rutas comerciales.
En los últimos años, la iniciativa ha registrado una constante expansión de su "círculo amistoso" y ha rendido beneficios tangibles para los países a lo largo de las rutas.
Beijing organizará el 14 y 15 de mayo el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional. Hasta ahora, 28 jefes de Estado y líderes de gobierno y más de 80 líderes de organizaciones internacionales han confirmado su asistencia.
Aunque Acharya dijo que en las circunstancias actuales en la política interna de Estados Unidos, la participación en la iniciativa no parece factible, considera que podría pensarse en soluciones.
"Algo sería involucrar al sector privado estadounidense en la iniciativa de la Franja y la Ruta, porque hay muchas compañías privadas que podrían invertir en ella", propuso Acharya como una solución.
Acharya dijo que esta medida ampliará el alcance de la Franja y la Ruta, lo que significa "no sólo la infraestructura, sino también desarrollar algunos proyectos industriales en los que las compañías estadounidenses puedan invertir".
"Si uno se acerca a las compañías estadounidenses, existe mucho espacio de cooperación entre China y Estados Unidos", dijo Acharya. "No sólo se trata de carreteras o trenes, también hay otros tipos de infraestructura humana como hospitales o universidades".
El experto también propuso como primera medida construir un aeropuerto. Después podría ser una aerolínea o un hospital a lo largo de la Franja y la Ruta, "es algo de amplia definición".
"Por ejemplo, si uno invita a las universidades estadounidenses a construir campus en Kazajistán u otros países de la Franja y la Ruta, probablemente vendrán. No requiere acuerdos entre gobiernos", añadió.
Acharya enfatizó que además de la iniciativa general, realmente puede ayudar a construir confianza si Estados Unidos participa en el BAII porque "el BAII es una institución multilateral, lo que se ajusta a la ideología de Estados Unidos".
Acharya también señaló dificultades y desafíos y dijo que tomará tiempo llegar al nivel de confianza necesario para que Estados Unidos participe en el BAII y en la Franja y la Ruta. "Podemos ver potencial común para situaciones de ganancia mutua".
Para ampliar la confianza entre los dos países, Acharya dijo que después de la reunión de abril del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de China, Xi Jinping, se realizarno avances en el manejo de algunos asuntos comerciales pendientes.
El profesor citó estadísticas que muestran que los dos países son interdependientes, con un comercio bilateral que asciende a medio billón de dólares. "Entonces, tenemos una situación en la que China y Estados Unidos tienen mucho interés en la estabilidad económica del uno y el otro".