El ataque cibernético que afectó el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) fue declarado como un grave incidente esta noche y la primera ministra británica, Theresa May, dijo que se trató de un ataque internacional.
Hospitales, centros de salud y clínicas familiares de toda Inglaterra y Escocia resultaron gravemente afectados por lo que se considera el mayor ataque contra el NHS.
Las salas de emergencia hospitalarias indicaron que sólo atenderían los casos más serios, se cancelaron las operaciones quirúrgicas y miles de doctores no pudieron acceder al historial clínico de los pacientes. Algunos hospitales fueron obligados a trasladar a los pacientes a otros hospitales.
May dijo que "estamos conscientes de que varias organizaciones del NHS han informado que fueron objeto de un ataque de secuestro de datos (ransomware). No es un ataque contra el NHS, es un ataque internacional y varios países y organizaciones han resultado afectados".
"El Centro Nacional de Seguridad Cibernética está trabajando estrechamente con NHS Digital para garantizar que apoye a las organizaciones pertinentes y que proteja la seguridad de los pacientes. No tenemos evidencia de que los datos de los pacientes hayan resultado comprometidos", añadió.
Anne Rainsberry, directora de incidentes de NHS, dijo que "pedimos a las personas utilizar con buen juicio el NHS mientras hacemos frente a este gran incidente que todavía continúa".
Los políticos que hacen campaña para las elecciones generales del próximo mes han aprovechado el ataque para decir que la falta de recursos para los servicios de salud dejo vulnerable al NHS al ataque cibernético.