Lenín Moreno, el nuevo "presidente del diálogo" en Ecuador

Actualizado a las 24/05/2017 - 08:40

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QUITO, 23 may (Xinhua) -- El oficialista Lenín Moreno inaugurará mañana miércoles su mandato de cuatro años en Ecuador, con el ofrecimiento de ser el "presidente del diálogo" y de todos los ecuatorianos.

"Soy el presidente de todos los ecuatorianos, y trabajaré por cada uno de ustedes, por los que votaron por mí y poniendo muchísima atención en aquellos que no lo hicieron; seré el presidente del diálogo", ha dicho Moreno, del gobernante movimiento Alianza PAIS (AP).

Electo en una segunda vuelta presidencial con 5 millones 62.018 votos, que representan 51,16 por ciento, Moreno se encamina a continuar la ruta trazada por la "Revolución Ciudadana", el proyecto político que instauró el presidente saliente, Rafael Correa, en la última década.

Dicho proyecto, de tinte socialista, ha estado enfocado a atender las necesidades de los sectores más pobres y marginados.

Moreno recibirá el poder en un contexto de estabilidad política que el país alcanzó con la llegada de Correa a la presidencia, hace 10 años.

Entre 1997 y 2007, Ecuador llegó a tener siete mandatarios en medio de una grave inestabilidad política.

De hablar pausado y sonrisa fácil, Moreno promete un gobierno conciliador y de diálogo con todos los sectores, desmarcado del estilo frontal y de confrontación de su antecesor.

Moreno se ha propuesto "dignificar" la política, dejando de lado la confrontación para abrir puentes de diálogo en función de objetivos nacionales.

"Es el momento del reencuentro. Es el momento de la marcha unida hacia la consecución de los grandes objetivos nacionales. Hay todavía una tarea larga. Se ha hecho mucho y tenemos que hacer tanto todavía", ha señalado.

Moreno ha prometido que será un gobierno de la diversidad y que dirigirá el país con el criterio de la solidaridad, "no el de la caridad".

En su mandato, que estará apoyado en un gabinete ministerial de 15 hombres y ocho mujeres, Moreno ha prometido aplicar el programa de gobierno llamado "Toda una vida", orientado a atender a los más pobres y sectores vulnerables.

Otras promesas son la generación de 250.000 empleos cada año, crear 40 nuevas universidades técnicas, erradicar la desnutrición infantil y la pobreza extrema, acabar con la violencia de género, desterrar las drogas y un agresivo plan de vivienda popular.

Según analistas, su actitud conciliadora contribuirá a una mejor relación política y social, y se avisora que su gobierno va a tener una institucionalidad más heterogénea.

Lenín Moreno ha prometido que defenderá los logros alcanzados en la última década en el gobierno de Correa, donde unos dos millones de ecuatorianos salieron de la pobreza y el país registró avances sociales.

"Es momento de renovar los compromisos, de enfrentar nuevos retos y desafíos, es una dura tarea la que tenemos por delante", admitió Moreno en una de sus recientes alocuciones públicas.

Gobernará con una cómoda estabilidad política, ya que el oficialismo cuenta con una mayoría absoluta de 74 legisladores en la nueva Asamblea Nacional (Poder Legislativo) que se instaló el pasado 16 de mayo.

La solidaridad con los sectores vulnerables es algo innato de Moreno, un licenciado en administración pública, de 64 años, que se moviliza en silla de ruedas debido a que sufre paraplejia, tras ser baleado en un asalto en 1998.

Moreno recibió un disparo a quemarropa al salir de una panadería y se dirigía a su vehículo.

"Dos chicos me asaltaron, les entregué sin ninguna dificultad las llaves (del carro). A pesar de haber entregado las llaves, el que estaba atrás mío me disparó", ha narrado Moreno, quien vivió ese suceso en compañía de su esposa Rocío González.

"A partir de ese momento empezó para mí una tragedia, llena de médicos, llena de operaciones, un dolor muy terrible, pero el gran sanador es el perdón, yo volví a recuperar la felicidad cuando empecé a rezar por los chicos que me dispararon", ha expresado.

"Encontré paz espiritual al momento en que empecé a rezar por la persona que me disparó. Seguramente, a ese joven le faltó mucho amor", según Moreno, quien tras ese episodio empezó a estudiar el humor, donde encontró la cura a sus dolencias.

"Tenemos al alcance de nuestra mano la ciencia de la curación de las enfermedades del cuerpo y del alma que no utilizamos: el buen humor, el optimismo, la solidaridad", ha dicho al señalar que tienen un efecto analgésico y terapéutico.

Moreno escribió 10 libros sobre la risa, el liderazgo y el humor, además, se convirtió en un motivador profesional.

"Ser Feliz es Fácil y Divertido", "Ríase, no sea enfermo", son algunas de sus publicaciones en las que nació su propia terapia y una filosofía de vida, según sus amigos y allegados.

"Siempre es una persona muy positiva, es un ejemplo de vida", ha señalado su amigo José Luis Alvarez, vinculado al sector turístico.

Nacido en Nuevo Rocafuerte, en la provincia amazónica de Orellana, Moreno se crió en el seno de una familia de clase media y a los tres años se trasladó a Quito, donde cursó sus estudios y obtuvo una licenciatura en administración pública.

Con estudios en medicina y psicología, también se dedicó a la docencia y actividades vinculadas al turismo, donde fue un empresario exitoso antes de quedar postrado en silla de ruedas.

"Tiene un buen humor, canta lindo, sigue cantando y mis hijas me bromean porque me dicen que es mi cantante favorito y en verdad lo es", ha dicho su esposa, con quien Moreno procreó tres hijas.

Moreno asegura que su carta de presentación es su gestión en favor de los discapacitados que llevó a cabo cuando fue vicepresidente, entre 2007 y 2013, en el gobierno del presidente saliente, Correa.

Entonces implementó programas de ayuda social y económica para este sector vulnerable. Su gestión fue reconocida a nivel internacional y le llevó a ser nominado al premio Nobel de la Paz en 2012.

Además, le catapultó para ser designado en 2013 como enviado especial de la ONU sobre Discapacidad y Accesibilidad en Ginebra, por lo cual dejó su cargo como vicepresidente.