CARACAS, 20 jun (Xinhua) -- Venezuela rechazó hoy los dichos del jefe del gobierno de España, Mariano Rajoy, quien en días pasados expresó su preocupación por la situación del país suramericano, donde han muerto 75 personas desde que iniciaron las protestas en abril.
Mediante una nota de protesta enviada a la embajada de España en Caracas, la administración venezolana expresó su "firme rechazo ante los señalamientos ofensivos del gobierno español" en el artículo de opinión publicado el pasado domingo con la firma de Mariano Rajoy.
La cancillería venezolana señaló que las expresiones del presidente del gobierno español en el artículo "Venezuela: no podemos resignarnos", publicado en el diario español "El Mundo", "constituyen una clara injerencia en los asuntos internos de Venezuela".
El gobierno de Rajoy respalda a "los sectores de la oposición que son contrarios al diálogo e instigan acciones de terrorismo en nuestro país, recibiéndolos y otorgándoles nivel de representantes gubernamentales", apuntó la cancillería en el comunicado.
Tras condenar la "sostenida campaña que desde las altas autoridades del gobierno español se ha promovido contra el Estado venezolano", Caracas criticó que "este accionar, lejos de ayudar a la distensión, se ha convertido en un elemento de estímulo para un sector violento de la oposición" local.
También criticó a Rajoy por "ocultar los esfuerzos" del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para avanzar en un diálogo con la oposición que, por el contrario, se mantiene en las calles desde abril pasado para exigir elecciones generales adelantadas.
"No tenemos duda de que el gobierno español conoce de la negativa por parte de los opositores violentos, de participar en dicho proceso", añadió la cancillería, al reiterar la preocupación del gobierno venezolano que considera que la oposición está "secuestrada por el sector violento".
Rajoy pidió a Maduro, en el artículo rubricado también por el primer ministro italiano, Paolo Gentinoli, que "no repriman a la disidencia, respeten la separación de poderes y la legitimidad democrática de la Asamblea Nacional, así como los derechos humanos, incluido el derecho a manifestarse pacíficamente".