CHENGDU, 25 jun (Xinhua) -- Más de 3.000 personas están buscando a las al menos 118 personas que permanecen atrapadas bajo las rocas y el lodo después de que un desprendimiento de tierras sepultase una aldea de la provincia suroccidental china de Sichuan.
El corrimiento enterró 62 viviendas de Xinmo, en el distrito de Maoxian, ayer sábado por la mañana y bloqueó un tramo de dos kilómetros de un río y una sección de 1.600 metros de una carretera.
Unos ocho millones de metros cúbicos de la ladera de montaña cayeron sobre las construcciones.
Un bebé de solo 36 días comenzó a llorar y despertó a sus padres, lo que les permitió escapar del desastre. Los tres han sido trasladados al Segundo Hospital Universitario del Oeste de China, en Chengdu, a unos 200 kilómetros de la aldea.
Qiao Danshuai relató que él y su esposa se despertaron con el llanto del bebé en torno a las 5:30 horas.
"Justo después de cambiarle el pañal oímos un gran estruendo fuera y se fue la luz", narró Qiao.
"Sentimos que algo malo estaba pasando y corrimos hacia la puerta, que estaba bloqueada por el lodo y las rocas", indicó. Los equipos de rescate llegaron hasta ellos excavando hacia las 6:50 y los trasladaron al hospital. Los dos adultos tienen magulladuras y el bebé, que inhaló agua con lodo, está siendo tratado de una neumonía.
Los padres de Qiao y su hija de tres años siguen desaparecidos.
Hoy domingo se publicaron en el sitio web de la prefectura autónoma tibetana y de la etnia qiang de Aba los nombres de las 118 personas a las que no se ha podido localizar. El gobierno pidió a los ciudadanos que aporten cualquier información que pueda llevar a su rescate.
El personal que trabaja en la zona está utilizando excavadoras, perros rastreadores y equipos para detectar señales de vida para ir excavando entre los escombros.
El distrito de Maoxian se encuentra en la orilla del río Minjiang, que es uno de los principales afluentes del Yangtse. Esta es una zona de actividad sísmica y un terremoto de intensidad 7,5 destruyó muchas aldeas en 1933.
Además, en 1976, dos fuertes sismos sacudieron lugares que están a unos 100 kilómetros y la aldea afectada por el corrimiento de tierras se encuentra a unos 150 kilómetros del epicentro del terremoto que en 2008 provocó la muerte o desaparición de más de 80.000 personas.