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Trump debe pedir "perdón" por intervencionismo para garantizar democracia en AL, dice Morales

LA PAZ, 29 jun (Xinhua) -- El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo hoy que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, debe pedir "perdón" a América Latina (AL) por su política intervencionista si quiere garantizar la democracia en la región.

"Si el presidente Donald Trump desea garantizar libertad y democracia para América Latina como se expresó en días anteriores, debe pedir perdón por tantos golpes de Estado e intervenciones militares en América Latina", afirmó el mandatario boliviano durante un acto cívico en la población de Sacaba, departamento de Cochabamba (centro).

En su discurso del pasado 16 de junio en Miami, para dar marcha atrás a la política hacia Cuba emprendida por el ex presidente Barack Obama, Trump declaró que es "importante" que exista libertad en la región.

En su discurso para anunciar esta nueva política, el mandatario estadounidense aseguró que Cuba "sufre" desde "hace décadas" el "régimen de los Castro", y que eso no debe repetirse en Venezuela.

Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, declaró hace unos días que las naciones vecinas de Estados Unidos tienen una gran importancia para el gobierno del presidente Trump.

Para Morales, la intervención estadounidense persiste en la región, no obstante subrayó que Bolivia, sin la participación de Estados Unidos, es un ejemplo en la lucha contra las drogas.

"Si él, Trump, quiere garantizar libertad en América Latina, que levante, retire y cierre las bases militares. En algunos países, donde está la DEA (departamento estadounidense antidrogas) o las bases militares, crece el narcotráfico", destacó el presidente boliviano.

"Hemos demostrado que expulsando a la DEA los resultados de la lucha contra el narcotráfico están mejor que antes, pero reconocemos que es un problema", agregó.

Morales expresó su disposición a debatir con cualquier experto los resultados de la lucha contra las drogas bajo el modelo boliviano, el cual ha demostrado que con el cierre de la base militar en Chimoré y con la expulsión a la DEA, la lucha antidroga en Bolivia está mejor que antes.

Según el mandatario, los gobiernos militares y parte de los gobiernos neoliberales dejaron Bolivia con más de 50.000 hectáreas de coca; sin embargo, en la actualidad existen 20.000 hectáreas, cifra que se prevé aumentar con regulación del gobierno a 22.000 hectáreas con los nuevos mercados internos y externos.