RIO DE JANEIRO, 1 jul (Xinhua) -- La Policía Federal brasileña detuvo hoy a Luiz Carlos da Rocha, conocido como 'Cabeça Branca', considerado el mayor narcotraficante del país y uno de los principales de Sudamérica, con penas de prisión contra él que suman cerca de 50 años, informaron fuentes oficiales.
De Rocha fue detenido en Sorriso (estado de Mato Grosso, centro-oeste de Brasil), donde, según la policía, mantenía una vida normal y trabajaba como agropecuario, viviendo con una mujer y un niño pequeño.
El detenido usaba una identidad falsa y se sometió a varias operaciones plásticas para cambiar su aspecto, según la Policía Federal, lo que hizo que llevara una vida normal sin miedo de ser descubierto y detenido.
El narcotraficante era conocido también como "el embajador del tráfico", por la diplomacia que tenía para relacionarse con grandes facciones criminales nacionales e internacionales sin usar la violencia.
Según las investigaciones, De Rocha usaba el puerto de Santos, en el estado de Sao Paulo, para exportar drogas a Europa y Estados Unidos, y tenía más influencia que otros destacados narcotraficantes, actualmente presos, como Fernandinho Beira-Mar y Juan Carlos Abadía.
El detenido tenía un apartamento de alto padrón en un barrio noble de Osasco, en la región metropolitana de Sao Paulo, en el que se reunía con otros traficantes. Este sábado, la policía encontró en el citado inmueble cerca de 2 millones de dólares.
Cabeça Branca era el traficante más buscado por la policía brasileña. En la operación participaron 150 agentes de la Policía Federal y también fue expedida una orden de prisión contra Wilson Roncarati, el brazo derecho de De Rocha.
La Policía calcula que el patrimonio adquirido por Cabeça Branca con el narcotráfico llegue a los 100 millones de dólares.
Este sábado fueron aprehendidos bienes por valor de unos 10 millones de dólares entre haciendas, casas, aeronaves y vehículos de lujo.
Su banda actuaba como una empresa, con áreas de producción en regiones de difícil acceso en Bolivia, Perú y Colombia, y tenía organización de logística de transporte para trasladar la droga de Paraguay a Brasil.
La Policía Federal calcula que la banda movía cerca de 5 toneladas de cocaína mensualmente.