BEIJING, 31 jul (Xinhua) -- El éxito de China en la reforestación del anteriormente desolado desierto Kubuqi muestra cómo la región ha ido prosperando gradualmente en el desarrollo de la economía ecológica, cuando el país busca compartir y promover el modelo por todo el mundo.
El séptimo Foro Internacional de Desierto Kubuqi empezó el sábado en este erial situado en la región autónoma septentrional de Mongolia Interior, atrayendo delegados y especialistas nacionales y extranjeros para discutir sobre la reforestación.
Kubuqi es el séptimo desierto más grande de China y se extiende por 18.600 kilómetros cuadrados. En el pasado, era una de las fuentes de las tormentas de arena que barrían con frecuencia la capital.
Durante las tres últimas décadas, los agricultores y pastores en Kubuqi plantaron hierbas medicinales chinas, como el regaliz, para mejorar la calidad de los suelos, construyeron centrales fotovoltaicas de electricidad, y fomentaron el turismo.
Los esfuerzos no solo contribuyeron a la mejora ecológica de más de 6.000 kilómetros cuadrados de Kubuqi, sino que también sacaron a 102.000 personas de la pobreza.
La base del logro en Kubuqi consiste en su sostenible modelo de negocio y el establecimiento de un sistema que incorpora instrumentos políticos, inversiones de sectores privados y la participación activa de los locales, según un informe de política del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El proyecto de mejora ecológica en esta zona ha ofrecido un modelo para todo el mundo en el combate contra la desertificación, aseguraron representantes de la Convención de las Naciones Unidas de la Lucha contra la Desertificación.
China ha avanzado mucho en la lucha contra este fenómeno durante los últimos años, reduciendo las tierras degradadas y la pobreza en las zonas desertificadas.
La superficie de las tierras desertificadas se redujo un promedio anual medio de 1.980 kilómetros cuadrados desde 2010 hasta 2014, un marcado descenso comparado con los 1.717 kilómetros cuadrados en el período 2005-2009, y los 1.283 kilómetros cuadrados del 2000-2004.
Para el período 2016-2000, China planea rehabilitar 10 millones de hectáreas de tierras desertificadas y hacer que más de la mitad del desierto regenerable se convierta en tierra verde.
A principios de septiembre, China va a organizar una reunión de las Naciones Unidas sobre la lucha contra la desertificación en Mongolia Interior, en la que se espera esbozar un plan para terminar con la expansión del desierto para 2030.