BUENOS AIRES, 22 ago (Xinhua) -- Sindicatos opositores al gobierno argentino llevaron hoy a cabo una masiva movilización en la capital del país, en reclamo a cambios en la política económica del gobierno del presidente Mauricio Macri.
La protesta fue convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y avalada por las dos vertientes de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la "Autónoma" y la "De los argentinos", así como por partidos de la oposición, entre ellos el kirchnerismo (Frente para la Victoria), en el poder de 2003 a 2015.
La marcha se concentró en la emblemática Plaza de Mayo, frente a la Casa de gobierno, con la participación de los gremios de camioneros, bancarios, recolectores de basura, docentes, metalúrgicos, marítimos y los dos principales gremios estatales, la UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación) y la ATE (Asociación de Trabajadores del Estado).
El integrante del triunvirato que conduce la CGT Juan Carlos Schmid, del sindicato de trabajadores marítimos, fue el único orador del acto.
Schmid anunció que la entidad se reunirá el 25 de septiembre para impulsar un "plan de lucha que incluya un paro general".
Ese día se evaluarán "todas las medidas que sean necesarias para el interés de los trabajadores. No venimos a levantar la bandera de ninguna candidatura ni detrás de ninguna conspiración, sino a presentar nuestra agenda social", afirmó el sindicalista al exigir un "trabajo digno y salario justo".
La manifestación se realizó en rechazo a la política económica del gobierno de Macri, quien, según la oposición y sindicatos, se abrió a las importaciones, dispuso un ajuste de la economía con miles de despidos, devaluó la moneda y prioriza al sector financiero por sobre el productivo.
Agrupaciones de izquierda realizaron, por su parte, bloqueos al tránsito en los accesos a la ciudad de Buenos Aires, en el cruce de la avenidas Callao y Corrientes y frente al Obelisco.
"Hay que poner un freno a estas políticas, que perjudican a los trabajadores, a los que menos tienen, y benefician a las grandes corporaciones y a los sectores más acomodados", declaró a Xinhua la docente Patricia Alonso, presente en la manifestación.
Tras la movilización de los trabajadores, el presidente Macri calificó el acto de "una pérdida de tiempo" que "no nos lleva a ningún lugar".
Durante un encuentro en la Casa de Gobierno con jóvenes que consiguieron su primer empleo, Macri reaccionó a la marcha sindical, al pedir que no se gaste "energía en movilizarnos a no sé qué, como hace algunas horas veíamos acá".
"Eso es una pérdida de tiempo, no nos lleva a ningún lugar. Lo que lleva es dialogar, como lo hemos hecho con los sindicatos", enfatizó.
Los sindicatos argentinos reclaman mejoras salariales para recomponer el poder adquisitivo perdido el año pasado, compensar la inflación y reforzar las políticas sociales.
La inflación prevista por el gobierno para el ejercicio corriente es de 17 por ciento, sin embargo consultoras privadas calculan que ésta alcanzará un índice de 25 por ciento.