BEIJING 25 ago (Xinhua) -- Ya hemos entrado al tercer mes desde que militares indios cruzaron hacia territorio chino, ante lo cual China ha mostrado la máxima tolerancia. India debe asumir cualquier posible consecuencia si sigue cometiendo errores de cálculo en esta situación.
El 18 de junio, más de 270 soldados indios armados y con dos buldócers cruzaron la frontera oriental hacia Doklam, territorio soberano chino, para obstaculizar la construcción de infraestructura china.
Hay una doble moral en el hecho de que India aprobó la construcción de una carretera militar para facilitar el despliegue de las tropas cerca de la parte occidental de la frontera entre China e India "para garantizar la fuerza de las tropas fronterizas indias".
El 22 de agosto, soldados chinos que patrullaban la parte china del lago Pangong, salieron heridos por las imprudentes acciones de los soldados indios, lo cual, una vez más, refleja la falta de sinceridad y las contradicciones de India en lo que respecta a solucionar de forma pacífica el problema fronterizo con China.
Un importante funcionario de la India dijo que su país no ha atacado a ningún país y que no tiene ambiciones expansionistas.
Sin embargo, el ejército indio ha cruzado la frontera mutuamente reconocida, respetada por las dos partes durante cerca de 130 años, y que sus tropas permanecen en territorio chino.
China ha demostrado su soberanía sobre Doklam ante la comunidad internacional con evidencia convincente, incluyendo la convención histórica de 1890.
Pero China no ha cerrado las puertas al diálogo diplomático con India para reducir las tensiones.
Desde los sesenta, a través de negociaciones y consultas, China delimitó 20.000 kilómetros de frontera terrestre y está en total acuerdo con 12 de sus 14 vecinos terrestres.
"India cree que la situación internacional es suficientemente buena como para poner a prueba los puntos fundamentales de China", dijo a Xinhua Li Qingyan, experto en temas del sur de Asia del Instituto de Estudios Internacionales de China.
Pero India podría haber calculado mal la postura de China en la defensa de su soberanía. El punto fundamental de China es la línea fronteriza, como se vio en el conflicto fronterizo chino-indio de 1962.
China valora la paz y los intereses de las personas inocentes a ambos lados de la frontera. Por eso se ha mantenido paciente ante esta invasión.
China nunca ha dado el primer paso en las guerras libradas desde 1949, pero no se inmutará si se quiere imponer una guerra a su gente.
El requisito para la solución de la disputa fronteriza es el retiro incondicional de todo el personal y el equipo no autorizados hacia el lado indio.
En los últimos 60 días, China ha enviado este mensaje de manera abierta a la India a través de muchos canales.
Este es el momento de que India respete la ley, respete los hechos históricos, haga concordar palabras y hechos y tome una buena decisión sobre la base de un cálculo estratégico razonable.
China y la India son dos gigantes en desarrollo con una amplia gama de intereses en común. Una relación bilateral sensata beneficiará a más de 2.000 millones de personas, cerca de un tercio de la población mundial.
Ahora el balón está en la cancha india.