XIAMEN, China, 1 sep (Xinhua) -- Los líderes de las principales economías emergentes del mundo se reunirán este mes en la ciudad costera de Xiamen, sudeste de China, donde se conmemorará el undécimo aniversario del mecanismo de cooperación del BRICS.
El término original "BRIC", acuñado por el ex economista de Goldman Sachs Jim O'Neill en 2001, se refería a Brasil, Rusia, la India y China, cuatro mercados emergentes con un rápido crecimiento y enorme potencial.
En el 2006, los cancilleres de esos países se reunieron en Nueva York para establecer formalmente la agrupación BRIC. Cuando Sudáfrica se unió al grupo en el 2010, el acrónimo cambió a BRICS.
Juntos, los cinco países representan en la actualidad el 44 por ciento de la población mundial y 23 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, superior al 12 por ciento de hace una década.
En medio de una recuperación económica global desacelerada y de reveses en la globalización, la cumbre de Xiamen del 3 al 5 de septiembre puede ser capaz de dar un nuevo brillo a los mercados emergentes y a los países en desarrollo.
Este año será la primera ocasión en que el presidente chino, Xi Jinping, presidirá una cumbre del BRICS.
Xiamen, un tradicional centro naviero, ha sido un escaparate de la economía china. Como una de las primeras zonas económicas especiales de China, ha sido una ciudad piloto para muchos experimentos de reforma económica orientados al mercado, un centro que ha atraído a industrias extranjeras y un símbolo de las ambiciones de la nación de reforma y apertura al mundo.
Xiamen también es pionera en la cooperación del BRICS en comercio e inversión. En el 2011, fue sede de la Feria Internacional para Inversión y Comercio de China, donde representantes de los cinco países del BRICS participaron conjuntamente por primera vez.
La elección de Xiamen como sede de la cumbre del BRICS refleja que la apertura y crecimiento tendrán un papel importante en la agenda.
China ya se ha convertido en un firme defensor de la globalización y del comercio abierto, en particular cuando el mundo lucha por cerrar una creciente disparidad de desarrollo y cuando el proteccionismo asoma su horrible cabeza.
En su discurso pronunciado en enero en el Foro Económico Mundial en Davos, Xi declaró que el proteccionismo es como "encerrarse en una habitación oscura".
Aunque la globalización económica ha creado problemas nuevos, eso no justifica la cancelación completa de la globalización económica.
"En cambio, debemos adaptarnos y guiar la globalización económica, amortiguar su impacto negativo y distribuir sus beneficios entre todos los países y todas las naciones", afirmó Xi.
Esta postura posiblemente será reafirmada en la cumbre de Xiamen, que tendrá como lema: "BRICS: Asociación más fuerte para un futuro más brillante".
China ha puesto firmemente grandes esperanzas en el BRICS con respecto a los mercados emergentes con los cuales puede encontrar bases comunes naturales.
Mientras que el acrónimo en inglés es pegajoso, en chino los cuatro caracteres significan "países de ladrillos de oro", lo que transmite confianza en el futuro.
Ese sentido de confianza es respaldado por un crecimiento concreto. Los países BRICS sortearon la crisis financiera global y han logrado superar incluso las expectativas de O'Neill.
En los últimos 10 años, los cinco países han contribuido con más de la mitad del crecimiento global. Su volumen total de comercio e inversión extranjera representan 16 y 12 por ciento del total mundial, más que el 11 y 7 por ciento de 2006.
Se puede decir con certeza que ha sido una década dorada.
El fuerte desempeño económico significa que los países BRICS ahora son actores clave en la economía mundial, y que la inclusión de Sudáfrica ha dado al grupo un mayor peso político en la gobernación global en lo referente al mundo emergente.
Como un estabilizador de las relaciones regionales e internacionales, el BRICS ha estado trabajando arduamente para conseguir una mayor voz en el escenario internacional.
El 18 de abril, los países BRICS expresaron por primera vez sus opiniones sobre importantes temas globales desde su establecimiento como grupo, cuando Liu Jieyi, representante permanente de China ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hizo que su voz colectiva se escuchara en un debate en el Consejo de Seguridad.
En representación de los cinco miembros del BRICS, Liu pidió financiamiento para implementar mejor la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, así como más esfuerzos internacionales para la prevención de conflictos.
Los avances no significan que los países BRICS estén libres de problemas.
Por ejemplo, mientras que se espera que las economías de China y de la India crezcan este año en alrededor de 6,5 y 7,2 por ciento, respectivamente, existe menos optimismo acerca de Rusia, Brasil y Sudáfrica.
De acuerdo con la Perspectiva Económica Mundial, actualizada en julio por el Fondo Monetario Internacional, la economía de Sudáfrica crecerá en 1,0 por ciento en 2017, la de Rusia en 1,4 por ciento y la de Brasil 0,3 en por ciento.
No obstante, con esfuerzos concertados, los países BRICS bien pueden ampliar su cooperación pragmática.
Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China, dijo a los reporteros en marzo al citar las palabras de Xi: "Los países BRICS son como cinco dedos, cortos y largos si se extienden, pero un puño poderoso si se cierran como uno".
Por su parte, en una reunión informal de líderes del BRICS antes de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en la ciudad portuaria alemana de Hamburgo en julio, el presidente chino pidió a los cinco países miembros promover incansablemente la construcción de una economía mundial abierta, del multilateralismo y del desarrollo común.
El presidente chino dijo que espera trabajar con los otros líderes del BRICS para garantizar que la cumbre de Xiamen genere resultados que inyecten un nuevo ímpetu a la cooperación del BRICS, ofrezca nuevas soluciones para mejorar la gobernación global y haga nuevas contribuciones al crecimiento económico mundial.
Para lograr estos objetivos, China, que ocupa la presidencia del BRICS este año, ha organizado una serie de reuniones en apoyo a la cumbre de Xiamen.
A principios del mes pasado, los ministros de Comercio se reunieron en Shanghai y acordaron unirse en contra del proteccionismo y salvaguardar el sistema de comercio multilateral. Días antes de eso, se llevó a cabo en Beijing una reunión de seguridad del BRICS, donde se discutieron la gobernación global, lucha contra el terrorismo, internet, energía, seguridad nacional y desarrollo.
En junio, los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales acordaron fortalecer la cooperación en varias áreas fiscales y financieras, incluyendo el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del BRICS, y colaborar en regulaciones.
A través de los años, los cinco países participantes han mejorado la coordinación de la política macroeconómica, promovido la reforma estructural, así como la cooperación en infraestructura y tributaria, además de impulsar un nuevo progreso en las áreas fiscal y financiera.
El grupo, que no se basa en ideología ni en geopolítica, es visto como una nueva y quizás mejor forma de gobernación global en la que los mercados emergentes desempeñan papeles clave.
Sin embargo, el bloque no quiere limitar la futura cooperación a las cinco naciones.
En marzo, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, declaró que China exploraría opciones de expansión para un "BRICS plus" y para construir una asociación más amplia a través del diálogo con países en desarrollo y organizaciones internacionales.
Para ayudar a financiar proyectos de desarrollo sostenible y de infraestructura en el BRICS y otras economías emergentes y países en desarrollo, China fundó conjuntamente el NBD en 2014, el cual tiene su sede en Shanghai.
El banco comenzó operaciones el año pasado y aprobó préstamos para asistencia financiera por más de 1.500 millones de dólares para proyectos de transporte y de energías verdes y renovables.
Además, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por el presidente chino en 2013 para conectar mejor los países a lo largo y más allá de la antigua Ruta de la Seda, también inyectará nueva vitalidad a la cooperación del BRICS.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta, llamada así en honor de la histórica Ruta de la Seda, es un ejemplo de que China comparte sus soluciones para el crecimiento y la gobernación globales vinculando a países y regiones que representan a alrededor de 60 por ciento de la población mundial y 30 por ciento de su PIB.
Sesenta y ocho países y organizaciones internacionales han firmado acuerdos con China sobre cooperación en el marco de la Franja y la Ruta. El comercio total entre China y otros países de la Franja y la Ruta superó los tres billones de dólares entre 2014 y 2016, y la inversión china en esos países sobrepasó los 50.000 millones de dólares.
La iniciativa ha sido aplaudida por los países BRICS. Con plataformas incluyentes como la Franja y la Ruta y el NBD, la cumbre de Xiamen parece añadir aún más brillo de oro al BRICS y preparar a las cinco naciones para otra próxima década exitosa.