BRASILIA, 26 sep (Xinhua) -- El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que, en caso de poder contender y ganar las elecciones de octubre de 2018, convocará a una Asamblea Constituyente para restituir los derechos de los trabajadores.
Amplio favorito en las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales del año próximo, el ex mandatario reafirmó su intención de postularse por el Partido de los Trabajadores (PT) con un programa opuesto al que sostiene el gobierno del presidente brasileño, Michel Temer, quien impulsó una polémica reforma laboral.
En entrevista a la radiodifusora local Trianon, Lula da Silva dijo también que es sometido a una "cacería judicial", y criticó duramente las medidas impulsadas por el presidente Temer, como la ley que estableció un techo para el aumento de los gastos públicos por 20 años.
"Ningún gobierno tiene derecho a limitar gastos por 20 años, cada gobernante tiene derecho a elegir cuánto va a invertir en educación, salud. Tenemos que hacer una Constituyente revocatoria para dar condiciones de que el Estado haga políticas de inducción para volver a tener nuevos activos", sostuvo.
Con relación a los procesos judiciales en su contra, el ex mandatario dijo que sus acusadores llegaron a la conclusión que presentar pruebas "es una tontería, basta con la convicción" de que él sería culpable.
Da Silva aseguró que tres procesos en su contra provienen de denuncias de medios de comunicación conservadores, una del diario "Estado de Sao Paulo", otro de la revista "Veja" y otro de las organizaciones Globo.
"Se cuenta una mentira y el juez la acepta como denuncia. Cada día es una nueva invención y la gente se ve obligada a decir lo que los fiscales quieren que digan", afirmó.
"Estas mentiras de la prensa están cansando a la sociedad y la verdad es que un juez no puede tomar una decisión basada en la opinión pública", subrayó.
El ex presidente confirmó que saldrá en nuevas caravanas por el interior del país, como la que realizó a fin del mes pasado por el noreste del país, donde confirmó su popularidad en la región más pobre de Brasil.
"La caravana fue una manera más eficaz de estar en contacto con la gente. La política es una relación química entre los seres humanos, yo quería hacer una apreciación y percibí que el pueblo está angustiado, la gente está viendo que varios programas sociales disminuyendo, el desempleo crece", dijo.
"Ya estoy planeando la próxima caravana en el norte de Minas Gerais, y antes quiero recorrer la periferia de Sao Paulo, quiero volver a viajar a Brasil para decir claramente mirando a los ojos al pueblo que podemos volver a crecer", agregó.