UN FUTURO INCIERTO
Si los demás partidos del Parlamento alemán se niegan a aliarse con el AfD, el partido populista no podrá convertirse en parte del gobierno. Los expertos consideran que el Frente Nacional tampoco podrá ganar futuras elecciones presidenciales en Francia.
Aunque la influencia de los partidos populistas en la política está limitada, su crecimiento depende de si los actuales problemas sociales pueden ser atendidos o no de manera apropiada.
Los observadores consideran que en épocas de grandes desafíos y dudas sobre las trayectorias previas de proyectos importantes como la integración europea y de gran incertidumbre e inseguridad con respecto al futuro, las causas del populismo tienen que ser abordadas por los políticos y la sociedad.
Jean-Yves Camus, investigador del Instituto Francés de Asuntos Estratégicos e Internacionales con sede en París, dijo a Xinhua que el populismo es una actitud política, más una ideología que favorece la democracia directa que la democracia representativa.
La democracia representativa, los partidos tradicionales e incluso el concepto de partido están experimentando una profunda crisis en Europa.
En el caso de Alemania, el Dr. Hajo Funke de la Universidad Libre de Berlín, dijo a Xinhua que el auge del AfD refleja en parte el fracaso de la gran coalición entre el partido de Merkel y el Partido Demócrata Social.
"Tendrían que haber hecho más por los problemas sociales, sobre todo por los desempleados, las familias uniparentales y los niños", dijo Funke.
Al igual que la globalización, el gran panorama de la integración europea no logró beneficiar a todos los grupos sociales por igual y las diferencias entre países en términos de desarrollo y cultura se volvieron más prominentes tras la expansión de la UE. Todo esto debe ser abordado por las élites políticas de Europa.
Marchart, de la Universidad de Viena, quien estudia el fenómeno del antipopulismo liberal, dijo que los medios occidentales y los partidos establecidos, que están en contra de los partidos populistas, se oponen a otras opciones fuera la actual corriente principal de los nuevos liberales.
Cómo revivir los partidos tradicionales es otro tema que tiene que ser abordado por Merkel, Macron y otros líderes europeos.
Pero los expertos también señalan que el auge del populismo no debe exagerarse. Después de cientos de años de evolución en política democrática y sobre todo después de las miserias de dos Guerras Mundiales y del nazismo es imposible que la historia se repita.
"La gente puede protestar por los refugiados o la crisis del euro, pero no necesitan un partido que ponga en peligro una democracia estable", afirmó Funke.