El 13 de julio de 2017, unos 20 miembros del Comité de Jóvenes, perteneciente a la Asociación Peruano China, tuvieron una charla sobre la cultura china y su difusión en Perú.
En el año 1849, cuando llegaron los primeros chinos a Perú, la mayoría se instaló y esforzó por tener una mejor vida en las tierras andinas.
Hoy en día, se estima que un 10 por ciento de la población peruana tiene origen chino, lo que convierte a Perú en uno de los países con la mayor tasa de descendientes chinos, conocidos popularmente como tusanes en el país suramericano.
Muchos de ellos, aunque con el tiempo han perdido el aspecto asiático, el idioma y hasta el apellido, no han dejado de lado su sueño de integrar la comunidad tusán e impulsar el intercambio entre los chinos y los peruanos.
Uno de ellos, muy activo y exitoso, es Erasmo Wong, expropietario de la cadena líder de supermercados peruana Wong, la cual en sus mejores épocas alcanzó a tener el 70 por ciento del mercado en todo Perú.
Igual que muchos inmigrantes chinos, el padre de Wong abrió en 1942 una pequeña bodega de esquina en un barrio de la antigua Lima. Con una constante mejora en el servicio, productos e ideas innovadoras, en 1983 amplió el negocio de su padre y fundó la primera tienda de la naciente empresa, que luego se convirtió en la legendaria cadena de supermercados peruana Wong.
En su opinión, muchos chinos vinieron al país andino sin recursos y sin patrimonio, pero con la voluntad de trabajar y ser prósperos, se han ganado el respeto y prestigio en la sociedad local.
“Hoy en día, los descendientes de inmigrantes chinos, tenemos un estatus social ganado en el tiempo como personas serias y de gran prestigio, trabajadoras y buenos profesionales”, afirma.
Sin embargo, debido a la gran distancia geográfica que separa a Latinoamérica de China y la masiva diferencia entre ambas culturas, muchos descendientes chinos, a través del tiempo, perdieron su identidad y constumbres chinas e incluso olvidaron sus raíces.
Esta fue una difícil situación para Wong y miles de tusanes que tuvieron que ver cómo con el pasar del tiempo, cada nueva generación de hijos y nietos dejaron atrás las tradiciones chinas para acoger solamente las locales.
Wong se sintió responsable de unir a los descendientes chinos entre sí para recuperar el pasado chino, un pasado que muchos tusanes se negaron a dejar morir y que por el contrario querían exhibir con mucho orgullo.
Afortunadamente, Wong encontró cada vez más apoyos entre los tusanes para hacer realidad esa idea que le daba vueltas en su cabeza.
En 1999, cuando se cumplían los 150 años de la inmigración china a Perú, Wong creó la Asociación Peruano China (APCH), con la que logró convocar a la gran mayoría de las hasta entonces dispersas organizaciones peruano-chinas y con ellas realizó 150 actividades.
“Esta efemérides generó muchas emociones, pues sacó a relucir los valores que heredamos de nuestros ancestros y, en general, fue una oportunidad para visibilizarlos en la sociedad peruana”, indica Wong a Xinhua haciendo memoria del nacimiento de la APCH.
En 2004, en respuesta a una mayor necesidad de la nueva generación tusán, se creó dentro de la APCH el Comité de Jóvenes que agrupaba a los tusanes jóvenes entre los 18 y 35 años. En la actualidad tiene más de 60 miembros que organizan todas las semanas actividades culturales, deportivas y sociales.
En 2008, nació la revista Integración, en la que se busca destacar los avances, éxitos, eventos y las oportunidades para participar y formar parte de una gran comunidad integrada de descendientes chinos y responsable con el país que acogió a sus ancestros.
Al hablar de los soportes que la colectividad peruano-china ofrece, Wong exalta que “uno es la gran cantidad de tusanes que están interesados en afianzar los lazos de integración y el otro es el legado de las tradiciones china y peruana que debemos reforzar en los niños y jóvenes de nuestra colectividad”.
Gracias a los esfuerzos de la APCH y al creciente protagonismo que China está ganando en la escena internacional durante la última década, una gran cantidad de jóvenes peruanos, sobre todo los tusanes, mostraron su interés en aprender la lengua y la cultura china, involucrarse en negocios, estudiar o simplemente conocer sus antepasados.
Paralelamente, hace dos años, Wong agregó a su tarjeta de negocios un cargo más, presidente del patronato del Centro de la Amistad Chino-Peruana, localizado también en la ciudad de Lima.
Se trata de un proyecto financiado por el gobierno chino, que tiene como objetivo promover actividades culturales, artísticas, recreativas y científicas que unan a ambos países y presentar las expresiones culturales de China en toda su diversidad.
Con una superficie aproximada de 3.800 metros cuadrados, ese centro cuenta con salas multiusos, un pequeño teatro con alrededor de 300 asientos, zonas recreativas y galerías de arte, entre otros, que muestran los lazos de amistad entre ambos países.
“Nos parece positivo que el goberno chino tenga iniciativas para acercarse a los pueblos latinoamericanos”, señala Wong y agrega que en el ámbito cultural se nota el interés cada vez mayor de la sociedad china por el Perú.
Se refiere a que las obras de escritores peruanos de renombre como Mario Vargas Llosa, Ricardo Palma o José Carlos Mariátegui están traducidas al idioma chino. Además, está creciendo el número de delegaciones de músicos, bailarines y otros profesionales que viajan a China.
De cara al futuro desarrollo de un mutuo entendimiento entre las comunidades de Perú y China, Wong se declara confiado y está dispuesto a continuar haciendo su aporte.
“Con planes ambiciosos, trabajamos intensamente para cumplir los objetivos de integración que nos planteamos desde un inicio”, concluye. Fin
Foto: El 13 de julio de 2017, unos 20 miembros del Comité de Jóvenes, perteneciente a la Asociación Peruano China, tuvieron una charla sobre la cultura china y su difusión en Perú.
(Web editor: Felipe Chen, Rosa Liu)