Caso de la joven congelada de Chicago fue un increíble accidente

Actualizado a las 10/10/2017 - 14:08

Palabras clave：accidente,Chicago

Chicago,10/10/2017(El Pueblo en Línea)-Casi un mes después de que Kenneka Jenkins, de 19 años, fuera encontrada sin vida dentro de un congelador de un importante hotel de Chicago, los resultados del examen médico forense probaron que no se trató de un asesinato, sino de un increíble accidente, destacó RT.

El "The Chicago Tribune" reveló que el informe autopsia y toxicológico -que se hizo público el 6 de octubre- precisó que la joven murió de hipotermia debido a una exposición prolongada al frío. La combinación del topiramato (un medicamento usado principalmente para tratar la epilepsia y también la migraña) y alcohol, que los expertos encontraron en su sangre, podrían haber exacerbado el efecto de la baja temperatura, apresurando la muerte de la joven.

Las dos sustancias también podrían provocar "deficiencia de memoria, concentración y coordinación, así como confusión", añade el informe.

La concentración del topiramato no superaba la norma terapéutica, pero la joven no tenía la receta para este medicamento, de acuerdo al testimonio de sus familiares.

Kenneka Jenkins desapareció de una fiesta celebrada por al menos 30 personas en el hotel Crowne Plaza Chicago O'Hare la noche de 9 de septiembre. Un video que se hizo viral muestra cómo se dirige a una zona restringida del hotel y entra la cocina.

Casi 21 horas después la encontraron sin vida en el congelador del establecimiento. El caso llamó la atención pública en EE.UU. por la escasa información sobre la muerte de Jenkins. Unos días después de dichos eventos, una protesta cerca del hotel fue organizada para exigir una investigación al respecto.

Las sospechas del asesinato de Jenkins surgieron debido a que algunas personas declararon en los vídeos de seguridad habían pruebas de que la joven estaba acompañada cuando se acercó a la cocina del hotel. Sin embargo, las sospechas fueron desmentidas.

Tampoco los expertos forenses encontraron evidencias que indicaran que otra persona hizo que Jenkins bebiera alcohol contra su voluntad.