Ratones unidos quirúrgicamente
Vancouver,02/11/2017(El Pueblo en Línea)-El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, es decir, causada por una destrucción progresiva de las neuronas cerebrales. Una enfermedad que se corresponde con el tipo más común de demencia –constituye en torno al 60-70% de todos los casos de demencia, para un total de 30 millones de afectados en todo el planeta– y que, sin embargo, parece no tener un origen meramente ‘cerebral’. De hecho, y como muestra un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá), una gran parte de la proteína beta-amiloide que se acumula en el cerebro se produce en distintas partes del organismo. Un descubrimiento ciertamente significativo dado que abre la puerta al desarrollo de fármacos para ralentizar o detener la progresión del alzhéimer que, en lugar de actuar directamente sobre el cerebro, lo hagan sobre otros órganos mucho más accesibles –fundamentalmente el hígado y los riñones– y destruyan la proteína antes de llegar a su destino, según ABC.
Como explica Weihong Song, director de esta investigación publicada en la revista «Molecular Psychiatry», «la barrera hematoencefálica se debilita según envejecemos. Un debilitamiento que podría permitir una mayor infiltración de beta amiloideen el cerebro, suplementando así la que se produce en el propio cerebro y acelerando el deterioro neuronal».
La proteína beta-amiloide cumple numerosas funciones básicas en el organismo. El problema es que cuando adquieren una estructura errónea, estas proteínas se adhieren entre sí formando fibras que, a su vez, se agregarán en oligómeros y placas de beta-amiloide, altamente tóxicas para las neuronas. De hecho, según sugieren numerosos estudios, estas placas son responsables de la muerte de las células cerebrales que desencadenan la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, esta proteína no es exclusiva del cerebro, sino que se produce por todo el cuerpo.