Un oficial de tránsito mueve una bicicleta compartida mal estacionada en Nanjing, provincia de Jiangsu. [Foto: Xinhua]
Nueva demanda
En China ya existen casi 70 empresas que operan más de 16 millones de bicicletas compartidas. El valor de este servicio radica en ofrecerle a los viajeros un transporte alternativo de bajo costo, descongestionando el tráfico de las grandes ciudades y promoviendo estilos de vida saludables.
De acuerdo a estadísticas de la Comisión de Transporte de Beijing, en la década de 1980 el viaje en bicicleta representaba el 63 por ciento de los traslados dentro de la ciudad. Sin embargo, en el 2014 este comportamiento cifró un débil 17.8 por ciento.
Zhao considera que los servicios de compartir bicicletas de alquiler revitalizan el espíritu ciclístico de China, ensombrecido por el desorbitado "culto a las cuatro ruedas", el falso símbolo moderno de superioridad social.
Desde agosto, el gobierno ha establecido nuevas pautas para mantener el sistema de bicicletas compartidas en el camino correcto y evitar el estacionamiento indebido. Algunas ciudades ya han construido nuevos carriles para bicicletas y preparado áreas de estacionamiento. Por su parte, las compañías han contratado personal de mantenimiento para desplazar las bicicletas hacia las áreas autorizadas. También se trabaja en crear vallas electrónicas y utilizar los datos en tiempo real para ubicar las bicicletas donde más se necesitan.
A veces, Zhao se decepciona después de una pobre caza nocturna.
"El objetivo final de un cazadores de ilegalidades no es volver a casa con una lista enorme de presas. El mejor día es cuando no hubo nada que cazar", concluye Zhao.