Mimi Gates. [Foto: proporcionada]
La exposición atrajo a más de 200.000 visitantes.
A pesar del éxito obtenido, Gates considera que entender la complejidad del arte budista toma tiempo, por lo quehay que seguir trabajo para lograr que Dunhuang sea más accesible para los extranjeros.
Ella eligió trabajar para la protección de Dunhuang debido a su unicidad.
La larga historia del sitio (que recorre del siglos IV al XIV), su rica diversidad como centro de intercambios culturales entre Oriente y Occidente, así como sus reliquias bien conservadas, fascinaron a Gate.
"Se puede aprender mucho sobre el paisajismo temprano de China, la vida cotidiana y también sobre el budismo. Todas estas dimensiones hacen de Dunhuang un lugar muy singular”, asegura Gate.
En los últimos tiempos,Gates ha visitado Dunhuang dos veces veces al año para ofrecer conferencias en simposios y organizar viajes para que los extranjeros conozcan y aprecien el arte y la cultura de Dunhuang.
"Fuera de China no todo el mundo se da cuenta de la fuerza que tiene la cultura china. Saber que existe un sitio como Dunhuang puede alimentar su interés y animarlos a venir", añade.