RIO DE JANEIRO, 21 nov (Xinhua) -- La nueva ley de migración brasileña entró hoy en vigor en sustitución del Estatuto del Extranjero, legislación oriunda del régimen militar y que abordaba la migración desde el punto de vista de la seguridad nacional.
La nueva ley está considerada como progresista, si bien ha recibido críticas de varias organizaciones en defensa de los Derechos Humanos, de la Defensora del Pueblo de la Unión (DPU) y de organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes, por algunos de sus puntos.
En un comunicado, la ONG Conectas Derechos Humanos aseguró que "el decreto tiene aspectos claramente contrarios a la propia Ley de Migración, como la previsión de prisión del emigrante que será deportado, cuando el artículo 123 de la Ley expresamente prohíbe la privación de libertad por razones migratorias".
"La ley es un gran avance y el decreto, con jerarquía inferior, no puede destruirla. El gobierno Temer no puede desconsiderar la construcción del texto de la ley, que se ha dado con amplia participación social durante años" , agrega el texto.
Por su parte, la DPU envió un documento al Ejecutivo solicitando 47 modificaciones en el reglamento. Uno de ellos es sobre la regulación de la reunión familiar de solicitantes de asilo político. Por el decreto, los familiares necesitan estar en territorio nacional. Sin embargo, en la mayoría de casos, los solicitantes de asilo político llegan al país por sí solos, huyendo.
Otro punto polémico es que el decreto aplaza la regulación de los visados y permisos de residencia por motivos humanitarios, que eran grandes innovaciones de la Ley de Migración.
Según el texto, en un "acto conjunto entre los Ministerios de Relaciones Exteriores, Justicia y Seguridad Pública y Trabajo se definirán las condiciones, plazos y requisitos para la expedición del visado".
Hasta ahora, apenas haitianos y personas afectadas por la guerra de Siria se han beneficiado de visados humanitarios por parte del gobierno brasileño. El nuevo texto abría el camino para sistematizar la concesión de este tipo de visa.
En marzo pasado, el Consejo Nacional de Inmigración, órgano dependiente del Ministerio de Justicia, amplió el acuerdo de residencia del Mercosur a ciudadanos de países fronterizos no pertenecientes al bloque, lo que incluye a los venezolanos.
El acuerdo permite la residencia temporal hasta dos años. No obstante, muchos de los más de 30.000 venezolanos que llegaron a Brasil desde el inicio de la crisis en el país vecino no solicitan el permiso de residencia, debido a la presentación obligatoria de documentos en los que conste su filiación.
La DPU alertó que en el caso de los venezolanos, la filiación no consta en su documento nacional de identidad, y muchos tienen miedo de ir hasta el consulado para pedir una declaración consular. Por eso, ellos entran con solicitud de refugio, que no exige documentación -pero la decisión puede llevar años y no hay garantía de concesión.
Según el Ministerio de Justicia, "el Ministerio y Seguridad Pública se manifestarán y resolverán todas las dudas de la prensa tras dar a conocer la redacción final".